Miles de manifestantes protestaron este sábado en el centro de Viena, Austria, contra las restricciones impuestas para frenar la pandemia de COVID-19.
La policía afirmó haber efectuado detenciones, algunas de ellas al final de la manifestación, cuando varios participantes se negaban a dispersarse.
Hubo enfrentamientos aislados entre manifestantes y contramanifestantes de izquierda.
La mayoría de los participantes no llevaban mascarilla ni guardaban una distancia física mientras caminaban por el centro de la ciudad para dirigirse al parque de Prater, donde el partido de extrema derecha FPÖ les había dado cita.
El último confinamiento en Austria se aligeró en febrero con la apertura de escuelas, tiendas y museos. Pero los manifestantes protestan contra las medidas aún vigentes como el cierre de restaurantes y cafeterías y los tests obligatorios para los estudiantes que acuden físicamente a los centros escolares.
Cuando las medidas que se toman tienen como consecuencia dejar a casi un millón de personas desempleadas o de baja temporal esto destruye a las personas a nivel económico, lo que evidentemente tendrá efectos a largo plazo para las familias y los niños que viven en ellas”, denunció un manifestante, Christopher Pollack.
El exministro del Interior Herbert Kickl, del FPÖ, acusó al gobierno de llevar a cabo una política “loca y extraña”.
Los manifestantes corearon eslóganes y blandieron pancartas exigiendo la dimisión del canciller de centroderecha Sebastian Kurz, o contra los medios de comunicación, a los que calificaron de “prensa falsa”.
Estuvo presente la extrema derecha, como los neonazis, que ya participaron en manifestaciones anteriores contra las mascarillas y las restricciones, según la prensa austríaca.
Las movilizaciones contra las restricciones y su impacto económico se han multiplicado en los últimos meses en el país. El gobierno no ha descartado flexibilizar más las medidas siempre que disminuyan las infecciones.
Pero el número de contagios ha aumentado en las últimas semanas. Este sábado se registraron más de 2 mil 500 nuevos casos.
Según el ministro de Salud, Rudolf Anschober, la variante británica, muy contagiosa, predomina en Austria.