La organización Médicos Sin Fronteras denunció que los puntos de distribución de alimentos en Gaza, que administran Estados Unidos e Israel, son escenarios de “masacres orquestadas y deshumanización”.
Estos puntos, calificó, son “trampas mortales”, por lo que exigió que deben ser cerrados de inmediato y apuntó que es necesario restablecer el mecanismo de entrega de ayuda coordinado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En tanto, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que tiene la intención de ocupar toda la Franja de Gaza, y después transferir la administración a un gobierno civil palesitino.
“Traspasar el gobierno civil a quienes no sean de Hamás ni aboguen por la destrucción de Israel”, comentó Netanyahu.
Pero también en Israel se suman más voces contra la invasión a Gaza. El líder de la oposición, Yair Lapid, dijo que es una mala idea desde el punto de vista operativo, moral y económico.
En ese sentido, Lapid apuntó que “no suelo compartir información de mis conversaciones con el primer ministro, pero le acabo de decir que ocupar Gaza es una pésima idea. El Estado de Israel no entra en guerra a menos que la mayoría de la población lo apoye, y al pueblo israelí no le interesa esta guerra”.