La leyenda estadounidense de la aviación Chuck Yeager, el primer piloto en romper la barrera del sonido, murió este lunes a los 97 años, anunció su esposa.
Con profundo dolor debo decirles que el amor de mi vida, el general Chuck Yeager, murió poco antes de las 9pm ET” (02H00 GMT del martes), escribió Victoria Yeager en la cuenta de su esposo en Twitter.
“Tuvo una vida increíble, bien vivida; fue el piloto más grande de Estados Unidos y su legado de fuerza, aventura y patriotismo será recordado por siempre”, continúo la viuda.
No especificó la causa de muerte de su esposo.
Yeager fue un piloto de combate en la Segunda Guerra Mundial, que se catapultó a la fama al romper la barrera del sonido en la aeronave experimental Bell X-1 el 14 de octubre de 1947.
Su hazaña ayudó a pavimentar el camino del programa espacial estadounidense.
Eso abrió la puerta al espacio, Star Wars, los satélites”, dijo Yeager en 2007 en una entrevista con AFP.
Sus pruebas de pilotaje fueron luego inmortalizadas en el filme de 1983 “The Right Stuff”.
“Contribución brillante”
Nacido el 13 de febrero de 1923 en la pequeña localidad de Myra, en Virginia Occidental, creció reparando camionetas junto a su padre.
Se unió a la Aviación en septiembre de 1941, tres meses antes de que Estados Unidos entrara en la guerra y comenzó como mecánico de aeronaves antes de entrenarse como piloto.
También estableció otros muchos récords de aviación, pero la mayor parte de su carrera transcurrió como comandante militar al mando de escuadrones de combate en los años 1950 y 1960.
Se retiró de la Fuerza Aérea en 1975.
El jefe de la NASA, Jim Bridenstine, lamentó esta “enorme pérdida” y alabó el “carácter pionero e innovador” de Yeager.
La valentía de Chuck y sus hazañas son un testamento de su fuerza permanente, que le hizo ser un verdadero estadounidense”. El trabajo de la NASA Aeronautics “le debe mucho a su contribución brillante a la ciencia aeroespacial”, escribió en un comunicado.
Las pruebas de Yeager a bordo del Bell X-1 en el que rompió la barrera del sonido le valieron el sobrenombre de “El hombre más rápido de la Tierra”.
El colega de Yeager Chalmers “Slick” Goodlin, otro piloto de pruebas para los Laboratorios Bell, describió en una ocasión a los X-1 como una “bala con alas”.
Y efectivamente el aparato fue concebido siguiendo el modelo de la bala de una Colt-45, con alas cortas y una nariz puntiaguda que le permitían atravesar el aire de manera más eficaz.