Internacional

Rescatan a mujer que pasó más de 100 horas bajo escombros tras sismo en Turquía

La mujer, de 40 años de edad, se encuentra estable y fue atendida de inmediato por equipos médicos, añadió la misma fuente.

Socorristas alemanes rescataron en la ciudad turca de Kirikhan a una mujer que pasó más de 100 horas bajo los escombros de una vivienda que colapsó en el potente terremoto del lunes 6 de febrero, según una ONG.

“El equipo de socorristas trabajó más de 50 horas para hacerse un camino entre los escombros y llegar hasta la mujer”, dijo en Twitter la ONG alemana I.S.A.R. Germany.

La mujer, de 40 años de edad, se encuentra estable y fue atendida de inmediato por equipos médicos, añadió la misma fuente.

Los rescatistas explicaron que lograron suministrarle agua y jugo de frutas con un tubo.

El rescate fue muy complicado”, dijo Stefan Heine, portavoz de la organización, que describió “un trabajo al centímetro con martillos rompepiedras”.

“La mujer permaneció mucho tiempo tumbada boca abajo, muy cerca de sus familiares muertos”.

“También para nosotros esta intervención fue única. Nunca antes se había mantenido un contacto tan prolongado con una persona enterrada”, añadió el vocero de la ONG, especializada en la asistencia a víctimas de catástrofes naturales. 

Más del 90% de los sobrevivientes de terremotos son rescatados en los tres días siguientes a la catástrofe. Sin embargo, este tiempo puede variar en función de las condiciones meteorológicas y, la frecuencia de las réplicas.

Más de 21 mil 700 muertos en el sismo de Turquía y Siria

Los equipos de rescate siguen este viernes 10 de febrero buscando supervivientes entre los escombros dejados por el masivo terremoto que golpeó el lunes 6 de febrero Siria y Turquía, uno de los más mortíferos de la región, con más de 21 mil 700 muertos.

La ayuda humanitaria empezó a llegar a Turquía. Este viernes 10 de febrero Alemania anunció el envío de 90 toneladas de material por avión. En cambio, el acceso a Siria, en guerra y con su régimen sancionado por la comunidad internacional, es mucho más complicado.

La guerra destruyó hospitales y causó problemas en el suministro de electricidad y agua en Siria, pero la ONU solo puede enviar ayuda a las zonas rebeldes del noroeste a través del cruce de Bab al Hawa en la frontera con Turquía.

La diplomacia turca afirmó que está trabajando para abrir otros dos puntos de paso “con las regiones bajo el control del gobierno” sirio, “por razones humanitarias”.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió al Consejo de Seguridad que autorice la apertura de nuevos pasos de ayuda humanitaria entre ambos países.

“Este es el momento de la unidad, no es momento de politizar o dividir. Es obvio que necesitamos un apoyo masivo”, afirmó Guterres.

Posibilidades de encontrar personas con vida se apagan

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que iba “de camino a Siria” y la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, llegó ese día a Alepo, en Siria.

A uno y otro lado de la frontera, miles de viviendas quedaron destruidas y los socorristas redoblan esfuerzos, aunque las posibilidades de encontrar personas con vida se apagan una vez expirado el periodo de tres días que los expertos consideran crucial.

La situación agravada por un frío glacial, llevó al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en lucha armada contra el ejército turco desde 1984, a suspender temporalmente sus “operaciones” en Turquía.

“Miles de nuestros ciudadanos siguen bajo los escombros. Todo el mundo debe movilizar todos sus recursos”, declaró Cemil Bayik, un responsable citado por la agencia Firat, próxima al PKK.

A la zona acudieron centenares de rescatistas de Qatar, Malasia, España, Kazajistán, India y otros lugares. 

Unos treinta mineros recorrieron mil kilómetros desde Zonguldak, cerca del mar Negro, hasta Antakya, una localidad muy golpeada por el terremoto, para ayudar en las labores de búsqueda. 

Allí encontraron el cuerpo de un niño, muerto en su cama, que fue entregado a su padre. Se lo llevó envuelto en mantas, sin decir una palabra.

El enfado crece en Turquía contra la respuesta del gobierno, juzgada insuficiente y tardía. El mismo presidente Recep Tayyip Erdogan reconoció “deficiencias”.

“La gente que no murió por el terremoto ha sido abandonada a morir en el frío”, dijo Hakan Tanriverdi en la provincia de Adiyaman, una de las zonas más castigadas.

Otro vecino, Mehmet Yildirim, afirmó que no vio “a nadie” hasta que no pasaron más de 34 horas desde el sismo. “Ni Estado, ni policía, ni soldados. ¡Qué vergüenza! Nos han abandonado a nuestra suerte”, declaró.

Por otro lado, los primeros cuerpos de víctimas turco-chipriotas extraídos de entre los escombros en Adiyaman fueron repatriados a Chipre, incluidos los de siete adolescentes que estaban participando en un torneo de voleibol, anunció la televisión local, que indicó que de momento fueron hallados “los cuerpos de 19 jóvenes” del grupo.

Riesgo de crisis sanitaria

El terremoto es el más importante en Turquía desde 1939, cuando 33 mil personas murieron en la provincia oriental de Erzincan.

Según los últimos balances oficiales, el sismo, de magnitud 7.8 y que estuvo seguido de más de un centenar de réplicas, dejó al menos 21 mil 719 muertos, 18 mil 342 de ellos en Turquía y 3 mil 377 en Siria.

La OMS estima que 23 millones de personas están “potencialmente expuestas, de las que unos cinco millones vulnerables” y teme que se desencadene una crisis sanitaria. 

Las organizaciones humanitarias expresaron su preocupación por una eventual propagación del cólera, que reapareció en Siria. 

Más allá del sombrío balance humano, la agencia de calificación financiera Fitch estimó que los daños económicos por el sismo superarán los 2 mil millones de dólares y probablemente alcancen los 4 mil millones.

La Unión Europea (UE) envió los primeros equipos de rescate a Turquía horas después de que se produjera el sismo, el lunes. Pero, en un principio, solo ofreció una ayuda mínima a Siria, a través de los programas humanitarios existentes, a causa de las sanciones internacionales que se impusieron a raíz de la guerra civil, que estalló en 2011.

El Gobierno sirio solicitó oficialmente la asistencia de la UE y la Comisión Europea pidió a los Estados miembros que dieran una respuesta positiva.

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