Internacional

Mujeres en cargos de alta jerarquía: el gran pendiente de las religiones

Hoy en día el tema de la equidad de género se encuentra más presente y firme que nunca en diversos aspectos y rubros de la sociedad, pero cuando hablamos del orden sagrado se hace evidente un marcado sistema patriarcal.

 

Pese a la antigüedad de las religiones en el mundo, ninguna suele ser liderada por mujeres, al menos en los cargos de alta jerarquía. Llámese cristianismo, judaísmo, islam, budismo, protestantismo, confucionismo, etc., no es casualidad que el papel de la mujer para encabezar alguna de estas creencias quede relegado a tareas de menor rango.

 

La religión se ha utilizado para sostener el patriarcado; sin embargo, cada vez son más quienes luchan para demostrar que la discriminación no es palabra de Dios’’, dijo en una entrevista Silvia Martínez, presidenta de la Asociación de Teólogas Españolas.

 

Y es que, de acuerdo con la doctrina católica, por ejemplo, el sacerdocio está reservado a los hombres “porque Cristo eligió solamente a hombres como sus 12 apóstoles”. En la Iglesia católica no hay mujeres sacerdotes y mucho menos se piensa que alguna vez llegase a haber una mujer ocupando el puesto de Papa.

 

El lunes 11 de enero de este año, el papa Francisco, en un intento de lograr una mayor igualdad para las mujeres en la Iglesia Católica Romana, cambió su ley para permitirles formalmente servir como lectoras, monaguillos y distribuidoras de la comunión.

Sin embargo, independientemente de las normas o reglas que rigen a cada religión, no hay lugar para discutir a corto o largo plazo el tema de dar a la mujer puestos jerárquicos clave. Las iglesias van a paso lento en el sentido de cambiar de actitud o de hacer reformas para superar su pasado antifeminista.

Alguna vez le preguntaron a la escritora y reconocida feminista egipcia Nawal Al Saadawi, si considera que todas las religiones son represivas; sin dudarlo contestó que todas lo son.

 

El cristianismo, el islamismo y el judaísmo, las tres religiones monoteístas que dominan al mundo, son un sistema machista, racista, militar y fanático que oprime particularmente a las mujeres y a los pobres”, enfatizó.

 

En cuanto a los avances que se han dado en la materia, comentó que en Egipto luchan conjuntamente contra los islamistas radicales y el colonialismo estadounidense y europeo. “Las mujeres también estamos luchando. Y estamos ganando”.

 

Y es que no todo es desesperanzador, ya que en algunos países como Suecia e Inglaterra algunas religiones ya dan muestras de abrirse al sacerdocio femenino.

 

En el caso de la Iglesia de Suecia ya hay un paso importante desde hace medio siglo. Se trata de una iglesia evangélica luterana de episcopado histórico, la cual abandonó su obediencia a la Santa Sede tras adherirse a los postulados de la Reforma protestante.

 

Aunque tampoco ha sido un camino fácil para las mujeres que decidieron ordenarse como sacerdotes.

 

“Algunas clérigas no fueron tratadas bien. En los años en los que las mujeres fueron una minoría, algunas de ellas recibieron tratos groseros por parte de otros clérigos y congregaciones”, señaló la reverenda Cristina Grenholm, al hablar los obstáculos que tuvieron que enfrentar.

 

Y en Inglaterra poco a poco destierran también los prejuicios que rodean la capacidad de una mujer para encabezar ceremonias religiosas.

 

En 1992, tras veinte polémicos años de intensos debates, el sínodo de la Iglesia Anglicana rompió con más de cuatro siglos de tradición al admitir el sacerdocio de las mujeres.

 

La Iglesia de Inglaterra se enfrentó desde entonces al acontecimiento más revolucionario de su historia.

 

En 2014 las iglesias anglicanas de Gales, Estados Unidos, Australia, Canadá y Esuatini, empezaron a autorizar la ordenación de mujeres como obispos.

 

Un largo camino aún queda por recorrer, en este gran pendiente de las religiones alrededor del mundo.

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