Más de un millón de musulmanes acudieron este viernes al lugar más sagrado del islam para iniciar oficialmente el ‘hach’, su gran peregrinación anual a La Meca.
Los fieles llegaron en autobuses o a pie al campamento de Mina tras realizar el rito del ‘tawaf’, que consiste en dar siete vueltas alrededor de la Kaaba, la estructura cúbica negra hacia la que rezan los musulmanes de todo el mundo, situada en el corazón de la Gran Mezquita.
“Dios es grande” o “Dios, respondemos a tu llamada”, coreaban los peregrinos, quienes viajaron desde todas partes del mundo y que se enfrentarán este año el intenso calor, con previsiones máximas diarias de 44 grados centígrados.
Los asistentes pasarán la noche en carpas climatizadas en Mina, un valle rodeado de montañas rocosas a varios kilómetros de La Meca, en un alojamiento organizado por nacionalidades y precios.
Se espera que mañana sea un día de plegaria especialmente difícil para los peregrinos en el monte Arafat, ya que, de acuerdo con el Ministerio de Salud saudita, tan solo el año pasado atendieron a más de 10 mil personas afectadas por las altas temperaturas.
Peregrinación en medio de la guerra
Con la guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza, muchos peregrinos han señalado que rezan por los habitantes del territorio palestino, bombardeado y asediado desde el 7 de octubre de 2023, cuando estallaron los ataques.
La monarquía saudita anunció esta semana que se haría cargo de la peregrinación de mil familiares de las víctimas de la guerra en Gaza, pero también advirtió, a través del ministro encargado del ‘hach’, Tawfiq al Rabiah, que no permitirá ninguna manifestación política en la peregrinación, la cual está consagrada estrictamente al rezo.
¿Qué es el ‘hach’?
Es uno de los cinco pilares del islam y consiste en una serie de ritos durante varios días en La Meca y sus alrededores. Todos los musulmanes deben participar en él al menos una vez en su vida.
Hay quienes esperan años para tener la oportunidad de emprender este viaje, dado que Arabia Saudita distribuye los permisos con un sistema de cuotas por países.
La organización del ‘hach’ es una fuente de legitimidad para Arabia Saudita, cuyo soberano ostenta el título de “guardián de las dos santas mezquitas” en La Meca y Medina.
Tan solo el año pasado se registró una asistencia de 1.8 millones de peregrinos, 90% del extranjero.