La junta de Myanmar rechazó este martes la acusación de Estados Unidos de que los militares cometieron un genocidio contra la minoría rohinyá, mayoritariamente musulmana.
“Los relatos mencionados en el discurso del Secretario de Estado están lejos de la realidad. Myanmar nunca ha llevado a cabo ninguna acción genocida y no tiene ninguna intención genocida de destruir, en todo o en parte, a un grupo nacional, racial o religioso o a cualquier otro grupo”, dijo el Ministerio de Exteriores de la Junta en un comunicado.
Estados Unidos declaró oficialmente que la violencia contra las y los rohinyás cometida por el ejército de Myanmar equivalía a un genocidio y afirmó que había pruebas claras de un intento de “destruir” a esa minoría musulmana.
Asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, violencia sexual, violaciones y privaciones de libertad.
— Human Rights Watch (@hrw_espanol) December 3, 2021
Los abusos de la junta de #Myanmar tras el golpe de Estado equivalen a crímenes contra la humanidad. pic.twitter.com/S22aoarpUG
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo haber determinado que miembros del ejército cometieron genocidio y crímenes contra la humanidad contra los rohinyás.
“Alrededor de 850 mil rohinyás viven hacinados en campamentos del vecino Bangladés y muchos de ellos contaron matanzas y violaciones masivas durante la campaña lanzada contra ellos hace 5 años”, señaló.
Otros 600 mil miembros de la comunidad permanecen en el estado de Rakáin donde denunciaron una opresión generalizada.