En Estados unidos, la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, anunció su retiro como líder de su partido en enero próximo, cuando comenzará el periodo del nuevo Congreso.
Nancy Pelosi, influyente figura en Washington y líder de los demócratas en el Congreso de Estados Unidos, reveló sus planes futuros, un día después de que las y los republicanos lograran una pequeña mayoría en la Cámara de Representantes la próxima legislatura.
“No buscaré la reelección en dos liderazgos demócratas en el próximo Congreso. Para mí, llega la hora de que una nueva generación dirija la bancada demócrata que tanto respeto…. Y estoy agradecida de que tantos estén listos y dispuestos a asumir esta gran responsabilidad”, dijo Pelosi.
El anuncio lo hizo un día después de que los republicanos confirmaron su mayoría en la Cámara Baja tras las elecciones intermedias, con 218 asientos, frente a los 211 de los demócratas.
La veterana política es conocida por ser la primera opositora del expresidente republicano Donald Trump, a quien combatió ferozmente cuando éste ocupó la Casa Blanca. Además, es estratega con un estilo político sin precedentes, Pelosi es miembro de la Cámara baja desde 1987 y fue elegida por primera vez presidenta en 2007, siendo la primera mujer en ocupar el puesto.
Pelosi llegó por la mañana al Congreso y se negó a responder las preguntas de los periodistas. En los últimos meses, ha sido su compromiso con Taiwán lo que ha dado mucho que hablar: su visita a la isla reivindicada por las autoridades chinas, en agosto, provocó la ira de Pekín.
Join me as I make a major announcement on the Floor of the House of Representatives. https://t.co/Hi7zFqidbV
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) November 17, 2022
A fines de octubre, su esposo, Paul Pelosi, fue atacado en su casa en California por un hombre armado con un martillo. En realidad, su objetivo era Nancy Pelosi, a quien acusó de mentir y a quien pretendía “romperle las rótulas”. La legisladora se dijo traumatizada por el hecho.
En suma, antes de las elecciones del 8 de noviembre, Pelosi declaró que el ataque influiría en su decisión de retirarse o no si los demócratas perdían la mayoría en la Cámara de Representantes. Eso fue lo que sucedió: al final de una semana de suspenso sobre el resultado de los comicios.
Según las proyecciones, las y los republicanos ganaron al menos 218 de los 435 escaños de la Cámara de Representantes, una mayoría muy justa, pero suficiente para tener poder de bloqueo sobre la política del presidente Joe Biden hasta 2024.
Un Congreso dividido
Las y los demócratas lograron, en cambio, retener el control del Senado. Incluso con la pequeña mayoría de la que dispondrán a partir de enero en la Cámara baja, las y los republicanos tendrán un sustancial poder para supervisar a la administración, que han prometido utilizar para una serie de investigaciones sobre el manejo de la pandemia por parte del gobierno o la retirada de Afganistán.
No perdieron ni un segundo en implementarlo. El jueves por la mañana, las y los conservadores en la Cámara de Representantes anunciaron planes para investigar los riesgos de “seguridad nacional” que plantean los negocios en el extranjero de la familia de Biden.
Esto no es una sorpresa: ya habían prometido investigar a Hunter Biden, el hijo del presidente acusado de usar su apellido para hacer negocios en Ucrania y China. Con esta nueva configuración del Congreso, el partido oficialista ya no podrá hacer aprobar proyectos importantes. Pero tampoco podrá hacerlo el campo adversario.
Las y los republicanos habían amenazado con anular algunas medidas adoptadas por la administración Biden si recuperaban el control de las dos cámaras. En particular, querían reconsiderar los fondos destinados a los servicios de impuestos para contratar nuevos agentes, o sobre ciertas reformas en el ámbito de la educación.
La derecha también podría ser más quisquillosa con la ayuda de Washington a Ucrania. También había planeado atacar el derecho al aborto o legislar sobre armas de fuego, lo que empujaría a Biden a usar su derecho de veto.
En última instancia, Biden deberá utilizar sus habilidades negociadoras, heredadas de su larga carrera como senador, para evitar una parálisis de la administración federal. Pero las y los republicanos apuestan a explotar cualquier potencial falla de los demócratas, con la mira puesta en las presidenciales de 2024.
Con el anuncio de su precandidatura el martes, Trump desencadenó una batalla interna entre los republicanos de cara a la nominación partidaria para competir por la Casa Blanca.