Internacional

Narco colombiano ‘El Conejo’ detalla montajes en México al testificar en juicio contra García Luna

“El Conejo” fue uno más de los capos de la droga que eran usados en los shows mediáticos en los que los colaboradores de García Luna presumían la captura de líderes criminales.

Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, es un narcotraficante colombiano que movilizó más de mil toneladas de cocaína desde su país a México y Estados Unidos. Su función, dijo, era enlazar a los grandes narcos de ambos países.

Por cada 10 toneladas de coca ganaba entre 3 y 4 millones de dólares, ya fuera en barcos, lanchas o aviones, el capo trasladaba los cargamentos, “no dejábamos de producir. era maravilloso”, declaró ‘El Conejo’.

Poveda Ortega ahora sigue su proceso legal en libertad en Estados Unidos tras pasar nueve años en prisión y pagar una fianza de un millón de dólares, apenas una tercera parte de lo que ganaba cuando movía 10 toneladas de droga.

Es el sexto testigo colaborador en el juicio que las autoridades estadounidenses le siguen a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, a quien dijo, nunca vio en persona, pero sabía que el exfuncionario tenía tratos con el Cártel de Sinaloa.

Aunque no lo vio en 2010, “El Conejo” fue uno más de los capos de la droga que eran usados en los shows mediáticos en los que los colaboradores de García Luna presumían la captura de líderes criminales.

“Para el año 2000, “El Conejo” llegó a introducir a México más de 20 toneladas al año, en cargamentos que iban de tres a cinco toneladas”, detalló Ramón Pequeño García, jefe de la División Antidrogas, Policía Federal.

Con su testimonio se reveló el detrás de cámaras de los montajes que hacía en ese entonces la Secretaría de Seguridad Pública.

“A mí me detuvo la Policía Federal el 4 de noviembre de 2010, pero me presentaron hasta el 5, los policías iban de civil, me dijeron: ¡eres Conejo hijo de tu puta madre, ya te chingaste! Me taparon la cara, me llevaron a una casa de seguridad, me pusieron agua mineral en la nariz, golpearon, desnudaron, me dieron toques eléctricos y me preguntaron por mis propiedades y casas”, dijo el capo.

Después, “El Conejo” aseguró que lo obligaron a identificar sus casas en un mapa en internet, lo hicieron tocar balas, armas, paquetes de coca que no eran suyas. Le volvieron a tapar la cara y se lo llevaron a otro lugar. Cuando le quitaron la venda estaba en el hangar de la Policía Federal.

“Me filmaron con una cámara, me dijeron que dijera que trabajaba para el Chapo, eso me hicieron decir, pero no era así. Me hicieron decir eso para que él pensara que estaba echando pa’ delante”, señaló.

“El Conejo” apareció el 5 de noviembre vestido con una chamarra naranja, le disparaban las cámaras de reporteros gráficos, lo grababan camarógrafos, era expuesto como un trofeo.

Fue la captura de Jesús “El Rey” Zambada, en la que han dicho diferentes testigos, participó Sergio Villarreal, El Grande, lugarteniente de los Beltrán Leyva, quien se disfrazó de policía para ayudar a las autoridades mexicanas.

Por ese motivo el capo cooperó con una parte del efectivo que le entregaron a los medios de comunicación para que informaran sobre la detención y los policías mexicanos no cambiaran al Rey Zambada por otra persona.

“Fue el Grande el encargado de detener al Rey. Arturo Beltrán Leyva me llamó me dijo que por favor le enviara 300 mil dólares urgentes para hacerle llegar al dinero a los medios de comunicación para que lo anunciaran y así la DEA se diera cuenta y no se pudiera escapar”, detalló el capo.

A decir del colombiano, la captura fue un pago con la misma moneda a los Zambada, que ocho días antes lo pusieron para que catearan una de sus lujosas y excéntricas mansiones en 2008.

En la sala, los fiscales proyectaron un video de la residencia que tenía en la zona del Desierto de los Leones en la Ciudad de México.

Como si estuviera ahí, el capo colombiano empezó a narrar con un tono de frivolidad, pasó de narrar los tehuacanazos, a casi llorar y decir que ese daño se lo hizo “El Rey” Zambada, a indicar la vista espectacular de la casa, con jacuzzi, una discoteca, dijo, de agua a la que se entraba en ropa interior, con la puerta que trajo de la India y los terminados que fueron tallados a mano.

Estaba extasiado presumiendo la casa donde también tenía hipopótamos, leones, panteras, guacamayas, residencia en la que también habitaba, afirmó, un buldog inglés y un gato persa blanco al que llamaba ‘perico’, para explicar al jurado el nombre de perico, se llevó los dedos a un orificio de la nariz como si inhalara alguna droga.

“El Conejo”, el hombre que quería matar Arturo Beltrán Leyva y con el que luego, aseguró el colombiano, estableció una relación de padre e hijo, será contrainterrogado por la defensa de Genaro García Luna.

Back to top button