La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos se encuentra ya bajo el estigma de la negligencia con los migrantes detenidos.
Bajo su custodia murió Anadith Tanay, una niña panameña de ocho años, cuyos padecimientos fueron ignorados por los agentes que le negaron hospitalización y atención médica.
La madre de Anadith, Mabel Álvarez, revive el doloroso momento, el miércoles de esta semana, cuando llegó la muerte después de 36 horas de agonía, en el noveno día de detención de la familia, pese a que la Patrulla Fronteriza no puede retener migrantes por más de tres días.
“Ellos querían que muriera en el hospital, pero no murió ahí, ella murió en la estación, en el piso la tenían, reanimando a mi hija”, dijo Mabel Álvarez.
La niña tenía antecedentes de problemas cardíacos y anemia, pero los agentes, sin diagnóstico médico de por medio, lo consideraron como un caso de influenza de bajo riesgo.
“Y yo no sabía que eran las últimas palabras que iba a decir mi hija”, agregó la madre de Anadith Tanay.
Ahora Mabel se asesora para demandar a los agentes que no dieron asistencia adecuada a Anadith Tanay, que no sólo impidieron su hospitalización, sino por su negligencia propiciaron la muerte de la pequeña de ocho años.
Los centros de detención en los sitios de mayor cruce como El Paso se encuentran a su máxima capacidad.
Tras el fin de la política sanitaria de expulsiones exprés, conocida como Título 42, la Patrulla Fronteriza liberó en una semana a 21 mil migrantes sin documentos emplazados a comparecer ante tribunales de inmigración.