El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, confirmó la próxima entrada de las fuerzas militares en la ciudad de Rafah, donde se refugian cientos de miles de palestinos desplazados, para acabar con “los batallones que quedan de Hamás”, mientras que Egipto amenazó con suspender su tratado de paz con Israel si las fuerzas israelíes entran a la localidad.
Los combates allí podrían provocar el cierre de la principal ruta para la entrada de ayuda, dijeron este domingo dos funcionarios egipcios y un diplomático occidental.
La amenaza de suspender los acuerdos de Camp David, piedra angular de la estabilidad regional por casi medio siglo, surgió luego que el primer ministro Benjamin Netanyahu indicó que enviar tropas a Rafah era necesario para ganar la guerra contra la milicia palestina Hamás, conflicto que cumplió más de cuatro meses.
Por su parte, grupos de ayuda advierten que una ofensiva en Rafah empeoraría la ya catastrófica situación humanitaria en Gaza, luego de que alrededor del 80% de la población ha huido de sus viviendas. Además, la ONU afirma que una cuarta parte de la población está al borde de la hambruna.
Durante una entrevista a la cadena estadounidense ABC, Netanyahu subrayó: “vamos a hacerlo. Vamos a acabar con los batallones terroristas que quedan en Rafah, que es su último bastión”.