El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destituyó a su ministro de Defensa, Yoav Gallant, debido a la pérdida de confianza durante la guerra contra Hamás en Gaza, y nombró en su lugar al hasta ahora canciller, Israel Katz.
“En medio de la guerra, la confianza es más necesaria que nunca entre el primer ministro y su ministro de Defensa, pero en los últimos meses, esa confianza se erosionó“, declaró Netanyahu en una carta dirigida a Gallant.
Netanyahu comentó que surgieron discrepancias significativas con Gallant en la dirección de la campaña (militar), acompañada de declaraciones y acciones que contradecían las decisiones del gobierno y del gabinete.
El primer ministro israelí destacó la preparación del nuevo titular de la seguridad, Israel Katz. Destacó que fue ministro de Finanzas, de Inteligencia y “es miembro del gabinete de seguridad desde hace mucho tiempo”.
Además de ser apodado “Bulldozer”, es reconocido por combinar la responsabilidad y la capacidad de resolver problemas con calma.
“Ya demostró sus capacidades y contribuciones a la seguridad nacional”, escribió Netanyahu para explicar su elección.
Gallat refrenda compromiso con la seguridad
Por su parte, Yoav Gallant respondió por X que “la seguridad del Estado de Israel fue y siempre será la misión de su vida“.
Gallant, antiguo general reconvertido en político, era considerado un “halcón” dentro del gobierno a la hora de dirigir las operaciones desde el sangriento ataque de Hamás contra el sur de Israel del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza.
Tras más de un año de guerra en varios frentes, los efectivos del ejército están bajo presión, y en los últimos meses Gallant provocó la ira de los partidos ultraortodoxos, aliados clave de la coalición del primer ministro, al ordenar el reclutamiento de 10 mil hombres de esta comunidad religiosa en edad militar.
Unos 66 mil hombres están exentos por dedicarse al estudio de los textos sagrados del judaísmo, en virtud de una norma introducida cuando se creó Israel en 1948.
En 2018, la cuestión de su reclutamiento creó tal crisis que precipitó al país hacia varias elecciones legislativas en cuatro años, sin que el tema quedase zanjado.