En Nicaragua, continúan los procesos judiciales contra religiosos que han cuestionado al régimen de Daniel Ortega.
El Ministerio Público acusó al sacerdote, Benito Enrique Martínez, por el delito de “conspiración en perjuicio del Estado”.
Martínez, de 64 años de edad y encarcelado el pasado 13 de octubre, es el onceavo prelado detenido en los últimos seis meses por la policía nicaragüense.
La acusación fue presentada por la fiscal del caso Heydi Estela Ramírez Olivas ante la juez Karen Vanessa Chavarría Morales, titular del Juzgado Noveno Distrito de lo Penal de Audiencia Circunscripción Managua.
“La acusación fiscal identifica al Estado de Nicaragua como víctima u ofendido por el presbítero”, según el acta de celebración de audiencia preliminar publicada en línea por el Poder Judicial.
La familia del sacerdote presentó el martes ante el Tribunal de Apelaciones Sala Penal Uno Circunscripción Managua un recurso de exhibición por detención ilegal contra el comisionado general Luis Alberto Pérez Olivas, jefe de la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía Nacional, el cual se encuentra en trámite.
La denuncia
La detención del presbítero Martínez fue anunciada y denunciada el viernes pasado por el sacerdote nicaragüense exiliado Uriel Vallejos.
En su denuncia, Vallejos adjuntó un video en el que aparece el sacerdote detenido y ahora acusado arengando a un grupo de estudiantes a las afueras de la Universidad Centroamericana (UCA) tras finalizar la denominada “Madre de Todas las Marchas” contra el Gobierno, el 30 de mayo de 2018, que fue atacada por policías y civiles armados dejando un saldo de ocho fallecidos.
En el video, el sacerdote pide a los estudiantes que se manifestaron contra el Gobierno de Daniel Ortega, que “no se acobarden” y grita “Viva Nicaragua”. También dice “fuera la pareja asesina”, en alusión a la pareja presidencial nicaragüense.
Daniel Ortega dice que la Iglesia Católica es “una dictadura perfecta”
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó hace unas semanas que la Iglesia Católica es una “dictadura perfecta” por no permite que la mayoría de los católicos elijan al papa y al resto de sus autoridades.
Asimsimo, comentó que en la Iglesia todo es impuesto.
“Es una tiranía perfecta, ¿Quién elije a los curas, quién elige obispos, quién elige al papa, a los cardenales, cuántos votos, quién se los da?”, cuestionó el mandatario.
También dijo que si van a ser democráticos que empiecen a elegir con el voto de los católicos al papa, a los cardenales, a los obispos.
Durante su intervención en el 43 aniversario de la policía nacional, Ortega tildó nuevamente a los obispos y sacerdotes de “asesinos” y “golpistas” por el apoyo que, según su Gobierno, los templos dieron a las protestas opositoras en 2018.
Asimismo, reclamó a los obispos por haber apoyado la propuesta opositora de recortar su periodo de gobierno, cuando fungieron como mediadores de un diálogo que buscaba una salida a la crisis.
“Una institución como la iglesia católica utilizando a los obispos aquí en Nicaragua para dar un golpe de estado”, recriminó.
Las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia Católica se han deteriorado desde las protestas de 2018, que el mandatario vinculó a un supuesto fallido Golpe de Estado urdido por la oposición con el apoyo de Washington.