Dos mineros artesanales fueron encontrados muertos este sábado por los cuerpos de socorro que trabajan en el rescate de un número no determinado de mineros que quedaron atrapados debajo de un yacimiento de oro tras un derrumbe en el sur de Nicaragua.
Hasta el momento hemos encontrado dos cuerpos identificados como Israel Sequeira y Santos Herrera”, originarios del sureño departamento nicaragüense Río San Juan, donde ocurrió el accidente, confirmó el representante del gobierno en la zona, Johnny Gutiérrez, a la web oficial 19 Digital.
Gutiérrez agregó que “continúan las labores de rescate que pueden concluir en las próximas horas, o a más tardar mañana”.
El accidente se produjo el viernes en una mina ubicada en la comunidad La Esperanza, en Río San Juan, unos 200 km al sureste de Managua, la capital.
En las operaciones participan los bomberos, la policía y el ejército, con ayuda de una retroexcavadora.
Desplazamos un componente de búsqueda y rescate hacia el sitio, (mina) La Esperanza 2, donde se encuentran trabajando, coordinados con demás instituciones de nuestro ejército, policía y gobierno local” para rescatar a los mineros, dijo más temprano el viceministro de Gobernación, Luis Cañas.
La radio oficialista Nueva Ya habló el viernes de al menos 10 personas atrapadas, mientras que la ambientalista Fundación del Rio recogió versiones en el lugar de que los soterrados podrían ser entre 7 y 18 personas.
El dirigente de la Fundación del Rio, Amaru Ruiz, explicó a la AFP que el derrumbe tuvo lugar en un cerro en el cual hay varias minas que están situadas dentro de diferentes fincas privadas, donde los mineros artesanales, conocidos como “güiriseros”, han cavado a lo largo de estos años varios túneles subterráneos.
Como “el cerro venía siendo socavado por las lluvias de todos estos meses y el material es arcilloso, colapsó”, explicó Ruiz.
Se estima que en Nicaragua hay unos 3 mil mineros artesanales -personas que excavan por cuenta propia en busca de oro- y cerca de 5 mil que trabajan formalmente en empresas mineras establecidas en el país.
En el operativo de búsqueda también participan expertos en rescate.
El paso por Nicaragua de los huracanes Eta y Iota en noviembre pasado saturaron los suelos de agua, propiciando dos derrumbes en el norte del país, que dejaron al menos siete muertos.