El expresidente francés Nicolas Sarkozy comparece este miércoles ante los tribunales en un caso de financiación ilegal de su campaña presidencial en 2012, tras recurrir su condena a un año de prisión en primera instancia.
El juicio en apelación es una nueva cita en la cargada agenda judicial del exmandatario conservador (2007-2012), que en 2025 tiene otro proceso por las sospechas de financiación libia de su campaña electoral de 2007.
En el actual proceso del caso conocido como “Bygmalion”, Sarkozy, de 68 años, denunció en 2021 una condena “injusta”. El tribunal lo declaró culpable por superar el límite legal de gastos de la campaña.
Pero a diferencia de los otros acusados, el expresidente no ha sido acusado por el sistema de facturas falsas en sí, ideado para ocultar la explosión del gasto: casi 43 millones de euros (45.8 millones de dólares al cambio actual) frente al límite legal de 22,5 millones (24 millones de dólares).
Doce antiguos responsable de su campaña, entre miembros de su entonces partido de derecha UMP -renombrado ahora Los Republicanos- o de la empresa Bygmalion, están acusados de complicidad en la “financiación ilegal de campaña”, pero también por fraude o abuso de confianza, entre otros.
El caso salió a la luz dos años después de la campaña de la elección presidencial de 2012 -que perdió ante el socialista François Hollande– y sacudió a la formación derechista.
El exjefe de Estado debería asistir a los momentos más importantes del juicio, después que la fiscalía criticara su ausencia en el proceso en primera instancia cuando sólo acudió al día de su interrogatorio.
Además de los juicios sobre la financiación de sus campañas electorales, recurrió su condena a un año de prisión en un proceso sobre la corrupción de un alto magistrado.
En octubre, Sarkozy, pareja de la cantante, actriz y modelo Carla Bruni, fue imputado en otro caso por una presunta manipulación de testigos.