En un nuevo incidente de menores migrantes no acompañados, un niño que viajaba solo se entregó a la Patrulla Fronteriza en el sector del Valle del Rio Grande, Texas.
Entre sollozos, les pidió ayuda.
Las personas que lo acompañaban lo dejaron solo en el desierto, antes de que fuera ubicado por los agentes fronterizos de Estados Unidos.
Al parecer formaba parte de un grupo de 80 indocumentados. Las autoridades estadounidenses no revelaron su identidad ni nacionalidad.
En tanto, el Centro de Convenciones de Long Beach, en dicho puerto cerca de Los Ángeles, California, fue acondicionado para recibir a mil niños migrantes.
Los menores permanecerán en el lugar hasta el 2 de agosto, bajo la coordinación del departamento de Salud y Servicios Humanos.
Es el segundo lugar público utilizado con este fin en California, después del Centro de Convenciones de San Diego, donde se encuentran 550 niñas centroamericanas que viajaron solas a Estados Unidos.