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Niños colombianos que se perdieron en la selva recuerdan su odisea

FOTO: AFP

En Colombia, sigue la expectación sobre el rescate de los cuatro niños que estuvieron perdidos en la selva durante 40 días. Sus primeras palabras fueron: “tenemos hambre y mamá está muerta”.

Mientras tanto, aún se busca al perro que los encontró.

Todo lo que se encontró fue por tierra, fue paso a paso encontrando diferentes evidencias imposibles para algunos de nuestros comandos dijo el general de Colombia, Pedro Sánchez.

Lesly, la adolescente de 13 años, que mantuvo con vida a sus hermanitos, dijo que su madre permaneció con vida por cuatro días tras el accidente de la avioneta en que viajaban. El padre de los pequeños ya se encontró con ellos en el Hospital Central Militar de Bogotá.

Ella lo único que me aclara es que la mamá estuvo cuatro días viva. Entonces, antes de morir la mamá les dice tal vez: ‘váyanse’ señaló Manuel Miller, padre de los niños.

Además, en la selva del departamento de Caquetá, el ejército sigue en busca de “Wilson”, el perro pastor belga de 6 años de edad, que en su afán de encontrar a los niños se alejó de las tropas y se perdió.

La larga encomienda ha sido complicada debido a que la densa vegetación, además de las lluvias y animales peligrosos.

Amenazas

La búsqueda fue difícil por la espesa vegetación de la zona, con árboles que llegan a los 40 metros de altura, la presencia de jaguares y serpientes y la lluvia permanente que impide escuchar posibles llamados de auxilio. 

La selva amazónica colombiana es un territorio extenso, de difícil acceso por río y sin carreteras, donde los pobladores suelen viajar en vuelos privados.

Además de la vegetación hostil y animales salvajes, también hay presencia de rebeldes que se apartaron del acuerdo de paz entre la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno en 2016. 

La huida

Los menores abordaron la avioneta junto a su madre el 1 de mayo para huir de las llamadas disidencias de las FARC, que reclutan y atemorizan a los habitantes de la zona. El padre ya había escapado y aguardaba el reencuentro con su familia, según versiones de la prensa. 

Ellos lo único que quieren es el interés económico y mientras uno no se acoja a lo que ellos digan, uno es un enemigo para ellos dijo Ranoque, interrogado sobre supuestas amenazas.

El viudo, quien participó en la búsqueda, aseguró que teme por la vida de los niños. 

Eso es lo que mucho más miedo tengo porque yo sé que esas personas descaradas primero que todo pueden comenzar a presionarme con mis hijos, y eso nunca lo voy a permitir mientras yo esté vivo añadió.

La noticia de los niños perdidos dio la vuelta al mundo con videos y fotografías del ejército sobre el día a día de las operaciones de búsqueda en los que encontraron refugios improvisados con ramas, tijeras, ligas de cabello, zapatos, ropa, un biberón, frutas mordidas y huellas.

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