Una nueva explosión sacudió de nuevo a Kabul, cuando un cohete se impactó este domingo contra un edificio de viviendas, próximo al aeropuerto, confirmó el Ministerio de Salud afgano a agencias de noticias internacionales.
Hasta el momento, se informa de al menos cinco fallecidos y otras tres heridas, de acuerdo con fuentes.
El ataque, aún no atribuido, dejó una estela de humo en una construcción cercana al aeropuerto, donde miles de ciudadanos afganos continúan en su intento por salir del país.
El jueves, un atentado suicida reivindicado por el grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K), adversario del nuevo régimen talibán, generó un baño de sangre, con más de un centenar de muertos, en su mayoría civiles afganos concentrados ante el aeropuerto con la esperanza de ser evacuados del país, así como 13 soldados estadounidenses.
Funcionarios de Estados Unidos y de países aliados dijeron que tenían información de inteligencia de que atacantes suicidas amenazaban con atentar contra el aeropuerto de la capital afgana.
Los restos de esos soldados se dirigieron a Estados Unidos este sábado”, según el Pentágono, que no especificó cuándo llegarían.
Tras este atentado, el presidente estadounidense, Joe Biden, consideró “muy probable” un nuevo ataque antes de la retirada de sus tropas el 31 de agosto.
La situación en el lugar sigue siendo extremadamente peligrosa y la amenaza de un ataque terrorista en el aeropuerto sigue siendo alta”, dijo el mandatario.
Nuestros comandantes me informaron que era muy probable que se produjera un ataque en las próximas 24 a 36 horas”, agregó.