Nueva Zelanda implementará gradualmente una prohibición casi total del tabaco a partir de 2023 que impedirá que cualquier persona nacida después de 2008 compre cigarrillos, reduciendo al mismo tiempo la cantidad de nicotina en los productos disponibles a la venta.
Según el texto aprobado este martes por el Parlamento y destinado a reducir el número de consumidores de productos de tabaco, la edad legal para poder fumar se elevará cada año de manera progresiva.
Las disposiciones son un paso “hacia un futuro sin tabaco”, según la ministra Ayesha Verrall, impulsora de la legislación.
La legislación también forzará a las compañías tabaqueras a reducir la cantidad de nicotina en sus productos y recortar el número de puestos de venta en 90%, lo que reducirá el número minoristas autorizados desde los 6 mil actuales a unos 600 durante el próximo año.
“Miles de personas vivirán vidas más largas y saludables, y el sistema sanitario se beneficiará de 5.000 millones de dólares neozelandeses. Al no tener que tratar enfermedades provocadas por el tabaquismo, como muchos tipos de cánceres, infartos, ictus y amputaciones”, dijo.
La tasa de fumadores adultos ya es baja en Nueva Zelanda, donde alcanza 8%. El texto adoptado el martes y denominado “Ambientes libres de tabaco” quiere reducir esta tasa a menos del 5% para 2025.
Nueva Zelanda, que ya cuenta con una de las tasas más bajas de fumadores adultos entre los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), está endureciendo aún más las leyes contra el tabaquismo como parte de un impulso del gobierno para hacer que el país sea “libre de humo” en 2025.
El partido liberal de derechas ACT Nueva Zelanda, que tiene 10 de los 120 escaños en el parlamento, condenó la ley y dijo que acabaría con las pequeñas tiendas y obligaría a la gente a entrar en el mercado negro de tabaco.