Al menos 60 palestinos murieron y unos 150 resultaron heridos este domingo en Beit Lahia, al norte de Gaza, luego de que el Ejército israelí abriera fuego contra una multitud que aguardaba la llegada de camiones con harina. Según fuentes médicas y testigos, varios cuerpos siguen tirados en la calle y los hospitales se encuentran desbordados.
El Hospital al Shifa recibió 37 cadáveres, mientras que otros 19 fueron trasladados a la Clínica Sheikh Radwan, y dos más llegaron al Hospital de Campaña Al Saraya. Este último tuvo que habilitar nuevas camas ante la llegada de más de 120 heridos, algunos de ellos en estado crítico, informó la Media Luna Roja Palestina.
El Ejército israelí confirmó haber disparado “tiros de advertencia” contra el grupo, según un comunicado castrense. Sin embargo, testigos indicaron que al menos cinco camiones fueron saqueados tras la llegada de la ayuda, lo que precedió a los disparos.
Decenas de muertos
Simultáneamente, en el barrio Saudí de Rafah, al sur de Gaza, seis palestinos fueron asesinados cerca de un punto de distribución gestionado por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), una entidad respaldada por Estados Unidos e Israel. Fuentes médicas del Hospital Naser confirmaron los decesos.
Una investigación del diario Haaretz reveló que las fuerzas israelíes tienen luz verde para disparar hacia los civiles con el objetivo de dispersarlos de estos centros de ayuda, donde están posicionadas tropas a apenas dos kilómetros.
Según la ONU, más de 900 gazatíes han muerto hasta ahora mientras intentaban conseguir alimentos, la mayoría en zonas de reparto controladas por la GHF, fuera del sistema humanitario tradicional liderado por Naciones Unidas.
Este episodio ocurre tras una jornada especialmente letal. El sábado, 128 palestinos murieron por bombardeos israelíes en distintos puntos de Gaza, incluidos 31 que esperaban alimentos, lo que eleva a 130 el número de cadáveres reportados en hospitales en tan solo 24 horas, informó el Ministerio de Sanidad de Hamás.
Los ataques del Ejército israelí han provocado alrededor de 100 muertos diarios en la Franja de Gaza durante la última semana, en medio de una crisis humanitaria que se agrava con el avance del tifón Wipha y la falta de acceso a ayuda esencial.