Desde antes de que comenzara la invasión rusa en Ucrania, Olena Oberh era ya una sobreviviente, pues venció ocho años atrás dos tipos de cáncer, uno le dejó sin una parte del abdomen y el otro provocó que los dedos en una de sus manos tengan poca movilidad.
Su hija fue evacuada a Polonia con su esposo, mientras su hijo se fue con sus abuelos fuera de Kiev y ella permaneció con su hija en la capital de Ucrania. Pero después de dos semanas, Olena decidió hacer algo; salió de su casa y se resguardó de los bombardeos en su taller de costura, ubicado en los suburbios de la capital ucraniana. Ahí comenzó a coser.
La mujer subió entonces una publicación a Facebook en la que pedía apoyo a sus vecinos para comprar los materiales para realizar su actividad, al día siguiente le llamó el actor Dimitri Coba, quien trabaja como voluntario en la primera línea de batalla.
“Me preguntó: ¿puedes producir algunos aditamentos para los uniformes de los militares? Yo pongo los materiales. Y dije: claro que sí”, contó la costurera Olena Oberh.
Olena integró a su equipo a Lessia, Tanya y Julia. Entre las cuatro han elaborado miles de chalecos y portabotiquines médicos que son utilizados por soldados y voluntarios en el campo de batalla.
La mujer ucraniana cuenta que después de superar el cáncer, la mamá de una compañera de su hija en el equipo de gimnasia preguntó quién podía hacer el traje de su hija y ella se ofreció.
De esta forma Olena terminó haciendo los trajes del equipo infantil de patinaje y gimnasia de Ucrania.
“Cuando vi que podía hacer estos trajes para el equipo de gimnasia, y luego para el equipo de los patinadores sobre hielo, simplemente renací. Ver qué se veían hermosos con su ropa en el escenario fue una gran motivación para continuar, para seguir viviendo”, mencionó Olena Oberh.
Olena es una de las 19 millones de mujeres que decidieron quedarse en Ucrania, pese a la invasión. Para qué huir, dice, ya es una sobreviviente.
“Logré sobrevivir en ese entonces, y lograré sobrevivir ahora porque amo a mis hijos, amo mi trabajo, amo lo que significa vivir”, concluyó Olena Oberh.