La ONU acusó a más de 60 empresas de lucrar y beneficiarse “de la economía del genocidio”, como calificó a las ganancias que han obtenido al equipar a Israel para que destruya Gaza.
“Hay una responsabilidad “prima facie” de todo Estado y entidad empresarial de abstenerse completamente o de poner fin a todo vínculo comercial con esta economía de ocupación, especialmente porque se ha transformado en una economía de genocidio”, declaró la relatora especial de la ONU de territorios palestinos, Francesca Albanese.
El informe de la relatora especial de la ONU para los territorios ocupados también incluye a empresas bancarias, tecnológicas, alimentarias, transportistas y de hidrocarburos.
Lockheed Martin, empresa de origen estadounidense de la industria aeroespacial y militar, que proporciona cazas de combate F35 y F16.
IBM, que facilita el manejo de datos biométricos de la población Palestina.
Microsoft, Amazon y Alphabet que dan acceso a sus tecnologías en la nube con lo que ISrael ha mejorado su ciberseguridad y capacidades de vigilancia.
Hewlett Packard, que suministra tecnología al servicio penitenciario y policial.
Otras empresas que señala la ONU son British Petroleum y Chevron, los mayores contribuyentes a las importaciones israelíes de petróleo crudo.
La relatora especial pidió que se investigue a los altos ejecutivos de esas compañías y también solicitó el embargo de las armas israelíes.
“Los estados miembros deben imponer un embargo total de armas a Israel, suspender todos los acuerdos comerciales y las relaciones de inversión, y exigir la rendición de cuentas, garantizando que las empresas afronten consecuencias legales por su participación en graves violaciones del derecho internacional”, agregó.
En las últimas horas Israel lanzó una nueva serie de ataques contra la Franja de Gaza que cobró la vida de más de 110 personas.
De ellas, al menos 38 murieron cuando esperaban conseguir comida cerca de los centros de distribución dirigidos por Israel y Estados Unidos.