La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet advirtió este jueves sobre el riesgo de una escalada en la guerra civil en Myanmar, donde la oposición a la junta pidió a la población que tome las armas.
Frente a la represión masiva de los derechos fundamentales, un movimiento de resistencia armada está creciendo. Hizo un llamamiento a un levantamiento armado contra los militares en todo el país”, declaró Bachelet.
Tras enumerar la multiplicación de los enfrentamientos armados entre opositores y militares, que tomaron el poder en febrero, la responsable estimó que estas tendencias inquietantes sugieren que es posible una guerra civil de más envergadura.
Reitero mi llamamiento a todos los actores armados para que respeten los derechos humanos y garanticen la protección de los civiles y de sus infraestructuras”, añadió.
Deben cesar inmediatamente los ataques aéreos y la artillería en zonas residenciales y cualquier otra forma de operación militar que vacíe centros de salud, lugares de culto, escuelas u otras estructuras protegidas”, comentó Michelle Bachelet.
Según Bachelet, mil 100 personas fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad desde el golpe militar en Myanmar.
Además, estima que unas 8 mil personas, incluidos niños, fueron arrestados desde el 1 de febrero, de los cuales 4 mil 700 siguen detenidos.
La mayoría de ellos están encarcelados sin ningún tipo de procedimiento legal y sin acceso a un abogado o incluso a la posibilidad de comunicarse con sus familias”, denunció.
También afirmó tener información fidedigna sobre los malos tratos y la tortura durante los interrogatorios y sobre el hecho de que 120 personas murieron en las 24 horas siguientes a su detención.
El 1 de febrero, el ejército derrocó al Gobierno civil de Aung San Suu Kyi, cuyo partido había ganado con creces estas elecciones, poniendo fin a un paréntesis democrático de 10 años.