El emisario de la ONU en Sudán, Volker Perthes, anunció el lanzamiento de conversaciones indirectas con las partes civiles y militares para buscar una salida tras el golpe de Estado del 25 de octubre.
Sudán está sumido en una crisis política desde el golpe de Abdel Fattah al Burhan, comandante en jefe del ejército, que puso fin a la transición hacia un gobierno por completo civil en Sudán, casi dos años tras el derrocamiento del autócrata Omar al Bashir, en el poder durante tres décadas.
Las conversaciones serán en un primer tiempo individuales entre la ONU y los actores sudaneses. Estas reuniones tienen por objetivo ayudar a los sudaneses a llegar a un acuerdo para salir de la crisis”, declaró Perthes.
“Ya es hora de acabar con la violencia y entrar en un proceso global de consultas”, afirmó.
Por la noche, el Consejo Soberano en el poder, encabezado por el general Burhan, acogió con satisfacción el anuncio de la ONU. También pidió la participación de la Unión Africana para apoyar esta iniciativa.
Desde el golpe de Estado, las manifestaciones organizadas regularmente por los sudaneses contra el poder militar han sido duramente reprimidas y han dejado al menos 63 muertos, según el Comité de Médicos sudaneses, un sindicato afín al movimiento de protesta.
Las autoridades niegan sistemáticamente el uso de balas reales contra las protestas y afirman que varios miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos en estos enfrentamientos con manifestantes.
Las conversaciones incluirían a actores sociales y políticos, así como organizaciones de la sociedad civil, grupos armados y organizaciones de mujeres.
El anuncio inicial de las conversaciones, efectuado el sábado por Perthes, fue acogido con escaso entusiasmo por varias partes civiles.
Estamos dispuestos a participar a condición de que el objetivo sea retomar la transición democrática y suprimir el régimen de golpe de Estado, pero estamos en contra si se intenta legitimar a este régimen”, expresó Gaafar Hassan, un portavoz de las Fuerzas de la libertad y el cambio, que estuvo en primera línea en la revuelta que terminó con la salida del poder de Al Bashir en 2019.
El domingo, la Asociación de profesionales sudaneses -con un papel determinante en las manifestaciones antiBashir- declaró que “rechazaba completamente” tales conversaciones.
El enviado de la ONU aseguró por su lado que no había “ninguna objeción” de parte de la institución militar.