Este viernes 9 de diciembre, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, se dijo “consternado” por la masacre de más de 100 civiles en el este de la República Democrática del Congo.
Estoy “realmente consternado por los asesinatos en masa de más de 130 civiles a manos del M23”, dijo el austriaco Volker Türk en una rueda de prensa en Ginebra, sede de esta agencia de la ONU.
Türk urgió a “poner fin a estos combates que tienen lugar en distintas partes del país, en particular en Kivu del Norte”, e indicó que visitará el país africano el próximo año. “Siempre son los civiles quienes sufren”, declaró.
Una investigación preliminar de la ONU reveló el jueves que al menos 131 personas, entre ellas 17 mujeres y 12 niños, fueron ejecutadas arbitrariamente a finales de noviembre en dos pueblos del este del país, “con balas o armas blancas”.
El informe acusa de los asesinatos a los rebeldes del M23 (“Movimiento 23 de marzo”), un antiguo grupo rebelde tutsi que retomó las armas el año pasado y ha conquistado en los últimos meses grandes franjas de territorio al norte de Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte.
131 víctimas
Al menos 131 civiles murieron a manos de rebeldes del M23 el 29 y 30 de noviembre en el este de la República Democrática del Congo (RDC), según una investigación preliminar de la ONU divulgada este jueves.
Las autoridades de Kinshasa cifraron el lunes en unos 300 los muertos en la aldea de Kishishie, en la provincia de Kivú del Norte.
El balance de la investigación preliminar de la ONU se refiere a Kishishe y la aldea vecina de Bambo, según un comunicado de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco).
Esos 131 civiles (102 hombres, 17 mujeres y 12 niños) fueron asesinados “en actos de represalia contra la población civil”, agregó.
“Las víctimas fueron ejecutadas arbitrariamente con balas o armas blancas”, añadió. “Ocho personas resultaron heridas de bala y otras 60 fueron secuestradas. Al menos 22 mujeres y 5 niñas fueron violadas”, precisó.
Estos actos de violencia se produjeron en el marco de una campaña de asesinatos, violaciones, secuestros y saqueos contra esas dos aldeas del territorio de Rutshuru en represalia por los enfrentamientos entre el M23″ y milicianos de las FDLR (Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda) y otros grupos armados, continúa el comunicado.
En la investigación fueron interrogadas “52 víctimas y testigos directos, y diversas fuentes” en Rwindi (20 km de Kishishe), adonde se encuentra una base de la Monusco y donde se han refugiado afectados por la violencia.
Kishishe está actualmente controlada por la rebelión del M23 (“Movimiento 23 de marzo”), un antiguo grupo rebelde tutsi derrotado en 2013, que retomó las armas a finales del año pasado y en los últimos meses ha conquistado grandes franjas de territorio al norte de Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte.
El 1 de diciembre, el ejército congoleño acusó al M23 de haber masacrado al menos a 50 civiles en este pueblo de Kivu Norte, cifra que el gobierno estableció al día siguiente en “más de cien” muertos y luego en “alrededor de 300”.
El movimiento rebelde rechazó las acusaciones de las autoridades congoleñas y reconoció la muerte de ocho civiles en esta aldea, asesinados según él por “balas perdidas” durante los combates con los milicianos.
Papa Francisco visitará RD Congo y Sudán en solidaridad con víctimas de violencia
Hace una semana, el papa Francisco informó que visitará a inicios de 2023 República Democrática del Congo y Sudán del Sur, un viaje delicado e intenso durante el cual se reunirá con autoridades y sobre todo manifestará su solidaridad a los desplazados y víctimas de la violencia.
Pese a sus problemas de salud y a que se moviliza en silla de ruedas, el pontífice argentino, que cumple 86 años en diciembre, confirmó su viaje a RD del Congo y Sudán del Sur del 31 de enero al 5 de febrero.
“Francisco permanecerá en Kinshasa del 31 de enero al 3 de febrero y en Juba hasta el 5 de febrero”, precisó el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Este es un viaje considerado difícil, debido a los problemas logísticos y de seguridad que implica, y que había sido aplazado en julio debido a los dolores en la rodilla que padece Francisco y que le impiden caminar.
Francisco descartó la visita a Goma, una de las ciudades de RDC a donde huyeron los hutus de Ruanda durante el genocidio de 1994, como tenía previsto inicialmente.