El portavoz de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, pidió el cese de las hostilidades en la provincia de Marib, en Yemen, ante la reciente escalada de las tensiones y las operaciones militares de los huthis en la zona.
La reanudación de los combates en Marib es una amenaza real para los desplazados internos, y ninguno de estos enfrentamientos ayuda de ninguna manera a volver a la vía política. Así que, efectivamente, creemos que los combates deben cesar”, comentó Stéphane Dujarric.
En este sentido, la ONU ya había mostrado preocupación por la situación en la región, ya que el lunes el secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, alertó de que la escalada de violencia amenaza con desencadenar una nueva ola masiva de desplazamientos en Marib, donde ya hay un millón de personas desarraigadas.
Dujarric, además, lamentó que el Plan de Respuesta Humanitaria 2020 para Yemen de la ONU solo ha recibido el 56% de la financiación que se necesita.
Este martes, Estados Unidos instó a los huthis a un alto el fuego en el territorio, el mismo día en que entra en vigor la eliminación de los huthis de la lista de entidades terroristas estadounidenses.
En su comunicado, el Departamento de Estado dijo que más de un millón de refugiados yemeníes han buscado cobijo en la ciudad de Marib, controlada por el Gobierno respaldado por Arabia Saudí.
La guerra de Yemen comenzó en 2014 y enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente y apoyado especialmente por Arabia Saudí, cuyo líder es Abdo Rabbu Mansur Hadi, contra los huthis, que son respaldados por Irán.