La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, informó que 8.3 millones de personas requieren asistencia de emergencia en El Salvador, Guatemala y Honduras, por lo que pidió a la comunidad de donantes internacionales que aporten fondos por 588 millones de dólares para atender las necesidades más acuciantes de esa población.
Los recursos solicitados permitirían ejecutar el Plan de Respuesta Humanitaria para los tres países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica, en marcha desde el mes pasado y diseñado para abarcar hasta diciembre de 2022. La estrategia tiene como meta socorrer a las 4.3 millones de personas más necesitadas y vulnerables de esa región.
El Salvador, Guatemala y Honduras padecen grandes necesidades agudizadas por la pobreza elevada, los choques climáticos recurrentes, la violencia crónica, el acceso limitado a servicios de salud y los flujos migratorios desde y dentro de sus territorios”, explicaron los participantes en un evento virtual organizado por OCHA para amplificar el llamamiento humanitario.
El coordinador adjunto de Ayuda de Emergencia de la ONU, Ramesh Rajasingham, explicó que si bien las agencias de las Naciones Unidas han trabajado desde hace años para ayudar a aliviar estos problemas y han logrado algunos avances, la pandemia de COVID-19 y los huracanes Eta e Iota, ocurridos en noviembre de 2020, aumentaron un 60% el número de personas con necesidad de asistencia.
El embajador de Guatemala, Luis Antonio Lam Padilla, indicó que el Plan de Respuesta Humanitaria se centra en la atención de tres áreas prioritarias: los daños causados por Iota y Eta, la sequía que afecta la seguridad alimentaria y la movilidad de la población, lo que incluye la migración.
El diplomático afirmó que esos son los principales desafíos de su país y apeló a la comunidad internacional para poder darles solución.
Otro de los graves problemas de los tres países centroamericanos es la migración y desplazamiento de cientos de miles de personas que huyen no sólo de los desastres y la pobreza, sino de la inseguridad y la violencia. En el último año, la cifra de desplazados alcanzó un récord con casi 870 mil personas, según cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La subtitular de ACNUR, Kelly Clements, señaló que el número de desplazados de El Salvador, Honduras y Guatemala se ha multiplicado por 50 en la última década, además de que un 12% de las peticiones de asilo en todo el mundo fueron de ciudadanos de esos países.