Estados Unidos, Canadá y los aliados europeos intensificaron este jueves la presión sobre el régimen del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, al ampliar las sanciones a funcionarios y empresas acusados de avivar una crisis migratoria por motivos políticos. Las sanciones se dirigen a altos funcionarios de seguridad y justicia, destacadas figuras de los medios de comunicación, un hijo de Lukashenko, empresas relacionadas con la defensa y un importante exportador de fertilizantes. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también restringió la negociación de parte de la deuda soberana bielorrusa por parte de entidades estadounidenses.
Las sanciones se anunciaron en respuesta a los continuos ataques a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Bielorrusia, el desprecio por las normas internacionales y los repetidos actos de represión”, subrayó un comunicado conjunto de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y la Unión Europea (UE).El texto exige que el gobierno de Lukashenko “detenga de inmediato y por completo la orquestación de la migración irregular a través de sus fronteras con la UE”.
Pedimos que el régimen libere incondicionalmente y sin demora a sus casi 900 presos políticos y ponga fin a su campaña de represión”, añadió.Occidente acusa al gobierno Bielorrusia de haber organizado una oleada migratoria, emitiendo visados y transportando a los migrantes hasta las fronteras de Polonia y en menor medida, de Lituania, en respuesta a sanciones contra el régimen de Alexander Lukashenko por la represión de manifestaciones. En Minsk, el ministerio de Relaciones Exteriores rechazó las medidas.
La profundidad del absurdo” de esta decisión “comienza a desafiar cualquier lógica”, expuso en un comunicado.El ministerio acusó además a Occidente de “demonizar” a Bielorrusia y aseguró que responderá tomando “medidas severas y asimétricas, pero adecuadas”.