Panamá se convirtió en el primer país de Centroamérica en regular el consumo de cannabis medicinal.
El presidente panameño, Laurentino Cortizo, avaló la ley para permitir el uso y acceso vigilado y controlado de la planta y sus derivados con fines terapéuticos, médicos, veterinarios, científicos y de investigación.
También regula la importación, exportación, uso de semillas y cultivo de cannabis, a través de un registro de personas autorizadas para estas actividades.
La Asamblea Nacional (AN, Parlamento) informó en agosto pasado que la norma legal establece que el Ministerio de Salud (Minsa) podrá definir el número de licencias de fabricación de derivados de cannabis medicinal pero que, como medida preventiva, “hasta cinco años después de promulgada la ley, sólo podrán ser autorizadas hasta siete licencias a fin de supervisar y monitorear el desarrollo del mercado interno”.
Después de cumplido el plazo de cinco años descrito anteriormente, no podrá reducirse el número de licencias previamente aprobadas”, dijo el Parlamento en un comunicado.
La sanción de la ley que regula el uso medicinal y terapéutico del cannabis y sus derivados, crea un marco regulatorio para el uso y acceso vigilado y controlado; con fines terapéuticos, médicos, veterinarios, científicos y de investigación, en el territorio nacional.
— Nito Cortizo (@NitoCortizo) October 14, 2021