La pandemia de coronavirus ha empeorado las desigualdades en todo el mundo, un problema que, de no abordarse, podría socavar la estabilidad económica y provocar disturbios sociales, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las familias más pobres se han visto particularmente afectadas y el daño a la educación podría durar años, señaló el FMI en un informe publicado.
Los hallazgos muestran que las advertencias que hicieron los economistas el año pasado se han cumplido. “El COVID-19 ha expuesto y exacerbado las desigualdades preexistentes en los ingresos y el acceso a los servicios públicos básicos, así como en la atención médica y la vacunación, tanto dentro como entre los países”, destacó el informe.
Durante la pandemia, la educación se ha visto particularmente afectada. Las interrupciones en la educación amenazan la movilidad social al dejar efectos duraderos en los niños y los jóvenes, especialmente en los de hogares más pobres”, indicó el FMI.
También planteó que la creciente dependencia del trabajo y la educación digital empeora el impacto, lo que dificulta que los trabajadores poco calificados encuentren trabajo.
En este contexto, las sociedades pueden experimentar una creciente polarización, erosión de la confianza en el gobierno o malestar social”, alertó el FMI.
El informe aboga por aumentar algunos impuestos y mejorar la recaudación para proporcionar ingresos para una red de seguridad social mejorada.