Concluyó la inédita gira del Papa Francisco a Irak, sin incidentes y además con un histórico acercamiento del jerarca de la iglesia católica con algunos importantes líderes del islam; encuentros en los que destacaron los llamados a la fraternidad entre las religiones para construir un futuro de paz y prosperidad para todos.
En su última jornada en Irak, el Papa Francisco acudió a la región de Kurdistán, donde exhortó a las diversas comunidades religiosas a la tolerancia y no caer en venganzas.
Fue en Mosul donde el estado islámico sembró el terror durante cuatro años y obligó al exilio a 380 mil personas. Ahí, el Papa se reunió con líderes musulmanes y al lado de las ruinas de una iglesia destruida, echó a volar una paloma como símbolo de paz.
Asimismo, ofició misa en una iglesia reconstruida en Karakosh.
Decimos ‘no’ al terrorismo y la manipulación de la religión”, señaló el pontífice.
Después, acudió a un estadio de futbol en Erbil, donde ofició otra misa, ante diez mil fieles católicos.
Rezo para que los miembros de las diversas comunidades religiosas, junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, trabajen juntos para forjar lazos de fraternidad y solidaridad por el bien común”, mencionó el Papa Francisco.
A bordo del papamóvil blindado, y bajo estrictas medidas de seguridad, el Papa recorrió Erbil. Fue aclamado por una multitud.
Asimismo, se reunió con el padre de un niño kurdo, que murió ahogado en una playa de Turquía en 2015 cuando huía con su familia a Europa, tras la masacre del estado islámico en su natal Kobane.
El Papa regresó a roma la noche de este domingo, sin que se presentaran incidentes durante su viaje, como algunos temían.