El Papa Francisco propinó un duro golpe al Opus Dei, institución religiosa privilegiada que gozaba de grandes beneficios y no había tenido cambios en su estructura desde hace 40 años.
Mediante el histórico documento presentado por el pontífice y titulado “Ad Charisma Tuendum” que significa “Para Proteger el Carisma”, el Opus Dei dejará de formar parte de la estructura jerárquica de la Iglesia a partir de este 4 de agosto.
“El Opus Dei se había convertido en los años 80 y parte de los 90 en una institución religiosa privilegiada por las excesivas concesiones que le había otorgado el Papa Juan Pablo II, excesivas concesiones como convertirla en una prelatura personal, es decir, una especie de diócesis sin territorio definido”, explicó Bernardo Barranco, sociólogo analista de las religiones.
El Opus Dei estará bajo supervisión estricta del Vaticano y entregará, como todas las congregaciones, un informe anual donde se detalle qué realiza, no sólo como organización religiosa, sino con sus finanzas.
La organización que cuenta con más de 90 mil miembros en el mundo, fue fundada en 1928 en España, por el sacerdote José María Escrivá de Balaguer.
“Entre curas, laicos, numerarios, supernumerarios, agregados, tiene una estructura importante en todo el mundo, tiene más de 2 mil sacerdotes y tiene una presencia en más de 60 países incluyendo México”, dijo Bernardo Barranco, sociólogo analista de las religiones.
El actual prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, explicó en un comunicado que la ordenación episcopal del prelado no era ni es necesaria para la guía del Opus Dei y que estos cambios remarcan la voluntad del Papa de subrayar ahora la dimensión carismática de la Obra y que “el prelado ha de ser guía, pero, ante todo, padre”.