El Papa Francisco expresó su “gran pesar” por no poder realizar el viaje que tenía previsto a la República Democrática del Congo (RDC) y a Sudán del Sur, aplazado indefinidamente en junio debido a sus dolores de rodilla.
“El Señor sabe cuán grande es mi pesar por haberme visto obligado a posponer esta visita tan deseada y esperada”, dijo el papa en un mensaje de vídeo difundido por el Vaticano.
“Pero no perdamos la fe y alimentemos la esperanza de encontrarnos lo antes posible”, añadió.
El Papa dijo pensar en la RDC, “en la explotación, la violencia y la inseguridad que sufre, sobre todo en el este del país”.
“Y pienso en Sudán del Sur, en el grito de paz de su pueblo que, agotado por la violencia y la pobreza, espera hechos concretos del proceso de reconciliación nacional”.
“Queridos amigos congoleños y sursudaneses, las palabras en este momento no son suficientes para transmitir la cercanía que me gustaría expresarles y el afecto que siento por ustedes”, añadió.
El 10 de junio, el Vaticano anunció el aplazamiento del viaje, reavivando la preocupación por la salud del pontífice.
En abril, durante un viaje de dos días a Malta, pareció debilitado por sus problemas articulares y tuvo que utilizar una plataforma elevadora para subir y bajar del avión.
En mayo, Líbano ya anunció el aplazamiento de la visita de Francisco prevista para junio, alegando “motivos de salud”.
Sin embargo, el papa confirmó en junio que viajaría a Canadá del 24 al 30 de julio.
Aquejado de fuertes dolores en la rodilla derecha, Francisco, que ha aparecido en silla de ruedas desde principios de mayo, anunció que se estaba sometiendo a infiltraciones, inyecciones de antiinflamatorios a base de corticoides.
El pontífice también sufre dolores de cadera que le hacen cojear y en julio de 2021 se sometió a una operación de colon.