Internacional

Papa Francisco visitará RD Congo y Sudán en solidaridad con víctimas de violencia

Pese a sus problemas de salud y a que se moviliza en silla de ruedas, el pontífice argentino confirmó su viaje del 31 de enero al 5 de febrero.

El papa Francisco visitará a inicios de 2023 República Democrática del Congo y Sudán del Sur, un viaje delicado e intenso durante el cual se reunirá con autoridades y sobre todo manifestará su solidaridad a los desplazados y víctimas de la violencia.

Pese a sus problemas de salud y a que se moviliza en silla de ruedas, el pontífice argentino, que cumple 86 años en diciembre, confirmó su viaje a RD del Congo y Sudán del Sur del 31 de enero al 5 de febrero.

“Francisco permanecerá en Kinshasa del 31 de enero al 3 de febrero y en Juba hasta el 5 de febrero”, precisó el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

Este es un viaje considerado difícil, debido a los problemas logísticos y de seguridad que implica, y que había sido aplazado en julio debido a los dolores en la rodilla que padece Francisco y que le impiden caminar.

Francisco descartó la visita a Goma, una de las ciudades de RDC a donde huyeron los hutus de Ruanda durante el genocidio de 1994, como tenía previsto inicialmente.

“Nos duele mucho que por razones de seguridad no pueda ir a Goma para dar consuelo a nuestros hermanos que sufren a causa de la guerra. Vamos a invitar a algunos representantes de Goma para que se reúnan con el papa“, reaccionó monseñor Carlos Ndaka, obispo auxiliar y vicario general de Kinshasa.

Viaje a Sudan del Sur

Asimsimo, en Sudán del Sur, estará acompañado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia de Escocia, Jim Wallace, para lo que ha llamado “una peregrinación ecuménica de paz”.

“Compartimos el profundo deseo de solidarizarnos con el sufrimiento del pueblo de Sudán del Sur y queremos renovar los compromisos que sus líderes hicieron con el Vaticano en 2019”, estimó por su parte Welby.

El primer viaje al exterior en 2023 del jefe de la Iglesia Católica será a dos países azotados por la violencia, que han estado envueltos en cruentas guerras civiles que han causado numerosas víctimas y desplazados.

Un desafío para el pontífice latinoamericano, quien desde su elección en 2013 ha defendido la paz en el mundo y denunciado lo que llama “la tercera guerra mundial, aunque hecha a pedazos”.

Agenda del papa

Durante su desplazamiento, el papa se encontrará con autoridades civiles y eclesiásticas y se reunirá con jóvenes, desplazados y víctimas de la violencia.

Francisco ha visitado África en cuatro ocasiones, pasando por Kenia, Uganda, República Centroafricana, Egipto y Marruecos. Su último viaje a ese continente se remonta a septiembre de 2019, cuando fue a Mozambique, Madagascar y luego a Mauricio.

RDC, un país con 90 millones de habitantes, es un Estado laico, aunque la religión está muy presente en la vida cotidiana y política de los congoleños.

La última visita de un pontífice a Kinshasa, capital de RDC, se remonta a agosto de 1985, cuando Juan Pablo II pasó dos días en ese país llamado en aquel entonces Zaire.

En Sudán del Sur, el papa visitará la capital Juba, sede del acuerdo de paz en 2018, pero que las disputas políticas han terminado por debilitar los avances logrados.

La Santa Sede participó directamente en las negociaciones como mediador. En 2019, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el líder opositor, Riek Machar, fueron invitados al Vaticano por Francisco para un retiro espiritual.

Arrodillado ante ellos, el papa suplicó por la paz, un gesto que pasó a la historia.

En esa capital africana, Francisco tiene previsto un encuentro público con desplazados internos y una oración ecuménica en el mausoleo John Garang, dedicado al primer presidente del gobierno autónomo de Sudán del Sur.

Antes de regresar al Vaticano, el 5 de febrero, Francisco celebrará una misa también en el mausoleo de Garang.

Sudán del Sur, independiente desde 2011, atraviesa una crisis humanitaria catastrófica provocada por cuatro años de guerra civil. La mitad de su población (11 millones) padece hambruna extrema y necesita ayuda urgente según datos del Banco Mundial.

 

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