En la Plaza de San Pedro repleta con más de 100 mil fieles, el Papa León XIV elevó este domingo un profundo llamado por la paz en el mundo durante su primer rezo del Regina Coeli, conmemorando también el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
En su alocución, el pontífice expresó su preocupación por los conflictos actuales y envió un mensaje especial a las madres en su día.
“Hacer memoria para no repetir los horrores”, fue el eje inicial de su reflexión, al recordar la tragedia que dejó 60 millones de víctimas y cuyo eco resuena hoy en los conflictos abiertos alrededor del mundo.
Ucrania, Gaza e India-Pakistán en su oración
Con rostro compungido, el papa León XIV mencionó con nombre y dolor a regiones golpeadas por la guerra. Habló del “sufrimiento del amado pueblo ucraniano“, pidió la liberación de prisioneros y niños y clamó por una paz verdadera y duradera.
Sobre Gaza, elevó una súplica:
“¡Cese el fuego inmediatamente! Que se liberen a todos los rehenes y se auxilie a la población civil agotada”, dijo con firmeza.
El reciente alto al fuego entre India y Pakistán, dos potencias nucleares, fue recibido por el papa con esperanza, confiando en que las negociaciones lleven a una solución duradera.
Además, recordó los innumerables conflictos olvidados del mundo y encomendó a la Reina de la Paz la súplica por un milagro de reconciliación global.
Saludos desde el balcón y homenaje a las madres
La emoción fue palpable cuando León XIV saludó a las delegaciones de peregrinos provenientes de Europa, América y Asia, incluyendo fieles de Malta, Panamá, Dallas, Madrid y Reggio Emilia, entre otros.
Y en un gesto especial, dedicó palabras a las madres:
“¡Feliz Día de la Madre! Rezo por todas, vivas y las que ya están en el Cielo”, expresó con calidez.
El rezo del Regina Coeli no se realizó desde la tradicional ventana del Palacio Apostólico, sino desde el balcón central de la basílica vaticana, marcando así una señal de cercanía con el pueblo.
“Gracias a todos, ¡feliz domingo a todos!”, concluyó el papa, ovacionado por una multitud unida por la fe y la esperanza de paz.