
Este sábado, el Papa León XIV realizó dos actos cargados de simbolismo espiritual y continuidad con su antecesor, el fallecido Papa Francisco. Al final del día, el nuevo pontífice se postró en oración ante la tumba de Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor, uno de los templos más venerados de Roma.
Más temprano, el Papa sorprendió con una visita al Santuario de la Virgen del Buen Consejo, en Genazzano, un lugar significativo por su conexión con la Orden de San Agustín, de la que León XIV es originario.
Un pontífice que promete continuidad y justicia
Durante una intervención en video difundida por medios vaticanos, León XIV explicó la elección de su nombre papal como un homenaje a la justicia social y al estilo pastoral de “total dedicación al servicio” que caracterizó a Francisco.
Esta oración ante su tumba refleja el vínculo espiritual que reconoce como una inspiración directa para su pontificado.
El santuario de Genazzano, por su parte, representa su raíces agustinas, ya que está bajo el cuidado de dicha orden religiosa. Con esta visita, el Papa resaltó su espiritualidad centrada en el amor divino, la humildad y la sabiduría.
También este día fue revelado oficialmente el escudo de armas de León XIV, el cual contiene una profunda carga simbólica:
- La flor de lis, que alude a la pureza y una posible herencia francesa.
- Un libro abierto con un corazón en llamas atravesado por una flecha, que representa las Sagradas Escrituras, el amor divino de San Agustín y el crecimiento espiritual.
- Las llaves cruzadas y la mitra papal, que denotan su autoridad como sucesor de Pedro.
- El lema “IN ILLO UNO UNUM” (“En aquel Uno, uno solo”), destaca su llamado a la unidad en Cristo.
Finalmente, se presentó la foto oficial del Papa León XIV, que será instalada en todas las representaciones católicas del mundo a partir de este sábado. La imagen muestra al Papa en actitud serena, portando su sotana blanca con detalles dorados, marcando así el inicio visible de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.