
El Parlamento británico aprobó la legalidad de la muerte asistida para los adultos con enfermedades terminales, que tengan una esperanza de vida de seis meses o menos.
La ley, que recibió 312 votos a favor y 291 en contra, pasa ahora a la Cámara de los Lores en donde seguramente se enfrentará a meses de escrutinio antes de la votación.
La ley Adultos con Enfermedades Terminales (Fin de la Vida) considera que podrán acoger a ella los adultos que, además, tengan plenas facultades mentales en Inglaterra y Gales.
En caso de aprobarse, Gran Bretaña seguiría los pasos de Australia, Canadá y otros países en donde ya se permite la muerte asistida, como una manera de brindar dignidad y compasión a las personas que sufren, afirman los que apoyan la iniciativa.
Por su parte, los detractores de la ley aseguran que ésta podría implicar que las personas vulnerables se vean obligadas a terminar con sus vidas.
Al conocerse el fallo del Parlamento, tanto grupos a favor como en contra de la ley se dieron cita para manifestarse a las afueras del Big Ben.