El Partido Comunista Chino (PCC) respaldó este sábado “el rol central” del presidente Xi Jinping, al cierre de un congreso que debe desembocar en su reelección para un inédito tercer mandato al frente de la organización y del país.
Los cerca de 97 millones de miembros del partido deberán “defender el rol central del camarada Xi Jinping en el seno del Comité Central del Partido y del Partido en su conjunto”, según una resolución adoptada de forma unánime, poco antes del cierre del XX del PCC, fundado en 1921 y en el poder desde 1949.
En un discurso de clausura, Xi instó a los miembros del Partido a “sufrir” y a “ganar”, para “seguir avanzando” y afianzando el papel de China, segunda economía mundial, con un creciente peso internacional.
“Atrévanse a luchar, atrévanse a ganar, agachen la cabeza y trabajen duro, estén determinados a seguir avanzando”, lanzó con aire triunfal Xi a los casi 2.300 delegados reunidos en el Gran Salón del Pueblo de la capital china.
El domingo, Xi Jinping debe ser reelegido como secretario general del PCC después de la primera reunión del renovado Comité Central.
Este nombramiento será el preludio de un inédito tercer mandato para Xi como presidente chino durante la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional el próximo marzo.
El Congreso se llevó a cabo en un momento delicado para el gigante asiático, enfrentado a una desaceleración económica por los repetidos confinamientos anticovid y a tensiones diplomáticas con Occidente.
Durante una semana, casi 2 mil 300 delegados remodelaron a puerta cerrada la cúpula del poder del partido, y en consecuencia del país, y decidir la orientación de las futuras políticas, durante los próximos cinco años.
Los delegados eligieron a los alrededor de 200 miembros del nuevo Comité Central, cuya nueva composición fue publicada por la agencia oficial Xinhua.
Entre los altos responsables que no continuarán en su cargo figura el primer ministro Li Keqiang.
Según cálculos de AFP, el nuevo Comité Central fue remodelado en un 65% con respecto al de 2017.
Fin a la “transición”
En una escena poco habitual en estos cónclaves tan coreografiados, el expesidente Hu Jintao (2003-2013) salió escoltado del Gran Salón del Pueblo antes del cierre, constataron periodistas de AFP.
Visiblemente en contra de su voluntad, el hombre de 79 años fue invitado por asistentes del partido a dejar su lugar en primera fila junto a Xi Jinping.
Unas horas después, la agencia oficial Xinhua indicó que Hu salió debido a un malestar físico.
“Como no se sintió bien durante la sesión, su equipo, por su salud, lo acompañó a una sala contigua para descansar. Ahora se halla mucho mejor”, señaló el reporte.
Para mantenerse en el poder, Xi hizo suprimir en 2018 el límite constitucional de dos mandatos y, a sus 69 años, puede en teoría presidir de por vida la República Popular.
“Este tercer mandato pondrá fin a tres décadas de transición (supervisada) del poder” en China, dice Neil Thomas, analista de la consultora de riesgo político Eurasia Group.
Analistas y medios especulan sobre la voluntad de Xi de rebautizar su cargo de secretario general como “presidente del partido”, el título que tenía el fundador de la China comunista, Mao Zedong (1949-1976).
Profunda remodelación del partido
El congreso debe conducir a una profunda remodelación del Comité Permanente del Buró Político, un órgano actualmente de siete miembros, máxima instancia de poder en China. Su composición se conocerá también el domingo.
De acuerdo con la costumbre, los integrantes del Comité Permanente se anunciarán por orden de importancia, con el primer lugar reservado al secretario general.
El segundo o el tercero debería convertirse en marzo en el sucesor de Li Keqiang como primer ministro.
El nuevo Comité Permanente estará compuesto “mayoritariamente de personalidades leales a Xi Jinping”, augura Nis Grünberg, analista del Instituto Mercator de Estudios Chinos en Berlín.
Numerosos sinólogos opinan que del congreso no emergerá ningún sucesor potencial de Xi.
Desde su llegada al cargo hace una década, Xi ha ido acumulando poder y ha fortalecido la autoridad del régimen.
Jefe del partido, jefe de Estado, jefe del ejército: el dirigente abogó por una continuidad política durante un discurso de tono triunfal en la apertura del Congreso.
La estrategia “cero covid” debe también continuar a pesar de las negativas consecuencias económicas y del creciente hastío de la población ante los confinamientos y las restricciones.
El congreso acordó por otra parte este sábado “incluir en la constitución del Partido (…) su resuelta oposición y la disuasión a los separatistas que buscan la ‘independencia de Taiwán'”.
Las autoridades de la isla, que vive separada de hecho de la autoridad de Pekín desde 1949, llamaron por su lado a los dirigentes de China continental a “renunciar a su antigua mentalidad de invasión y confrontación y a resolver los diferendos por medios pacíficos, equitativos y realistas.