De mayoría demócrata, el nuevo Congreso de Estados Unidos se instaló el 3 de enero. Tendrá en sus manos la aprobación de las iniciativas del presidente Joe Biden, encaminadas a impulsar la economía nacional afectada por la pandemia de Covid-19.
De conformidad con la 20 Enmienda a la Constitución, queda formalizado el 117 Congreso de los Estados Unidos con esta sesión en la Cámara de Representantes”, expuso Cherley Johnson, congresista demócrata.
El Partido Demócrata conservó el liderazgo en la Cámara de Representantes, a pesar de haber perdido diez escaños en las elecciones del 3 de noviembre.
Así, con 222 congresistas, los demócratas poseen una estrecha ventaja que ningún partido había tenido en 20 años.
La veterana congresista de California, Nancy Pelosi, de 80 años, fue reelecta como presidenta de la Cámara Baja por cuarta ocasión.
Al ocupar este puesto, se coloca como tercera en la línea de sucesión presidencial, detrás de la vicepresidenta Kamala Harris.
Y aunque se veía difícil, con el triunfo de los dos escaños en Georgia que se disputaron el 6 de enero, los demócratas recuperaron el Senado.
La composición en esa Cámara quedó con 50 escaños para cada partido. El voto para el desempate lo tendrá Kamala Harris, en su calidad de presidenta del Senado.
Por primera vez, el nuevo congreso tiene mayor presencia femenina. Una de cada cuatro integrantes es mujer.
También es el de mayor diversidad con legisladoras de origen indígena, como la demócrata, Deb Haaland y la republicana Yvette Herrell.
Además de dos mujeres transgénero: la senadora demócrata, Sarah Mc Bride, y la congresista por el mismo partido, Taylor Small.