Este jueves, el expresidente de Perú, Pedro Castillo, ratificó ante el embajador de México en el país andino, Pablo Monroy, la solicitud de asilo al Gobierno mexicano.
Así lo manifestó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en un mensaje en su cuenta de Twitter, en el que añadió que México ha iniciado las consultas ante las autoridades peruanas para realizar los trámites de asilo.
“El Embajador Pablo Monroy me reporta desde Lima que pudo entrevistarse a las 13.20 horas con Pedro Castillo en el Centro Penitenciario. Lo encontró bien físicamente y en compañía de su abogado”, escribió Ebrard.
Pedro Castillo anunció el pasado miércoles la disolución del Congreso y la instauración de un Gobierno de emergencia nacional, lo que se interpretó ampliamente como un golpe de Estado, por lo que los diputados lo destituyeron por incapacidad moral.
La que era su vicepresidenta, Dina Boluarte, asumió este miércoles la presidencia del país.
Asimismo, fue detenido y trasladado a un penal de Lima, donde un juez supremo dictó siete días de prisión provisional.
Ebrard adjuntó en su mensaje la carta remitida por el abogado de Castillo al Presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que solicitó asilo para el exmandatario peruano “frente a la persecución infundada de órganos de justicia que han tomado un carácter político”.
“Habiendo creado esos órganos un clima de indefensión extrema y de persecución puramente política de todo aquel que piensa diferente al grupo oligárquico que impera sobre todas las instituciones del país”, se lee en el documento.
Castillo llamó para pedir asilo
López Obrador reveló en su conferencia matutina que Castillo llamó por teléfono para pedir asilo a la Embajada de México en el país andino.
“Habló aquí a la oficina para que me avisaran de que iba hacia la Embajada, que iba a solicitar el asilo y que si le abrían la puerta de la Embajada, pero seguramente ya tenían intervenido su teléfono”, dijo López Obrador.
Además, el primer mandatario mexicano dijo que instruyó a Ebrard para que hablara con el embajador de México en Perú y abriera la puerta a Castillo para que solicitara asilo.
“Pero al poco tiempo tomaron la embajada con policías y ciudadanos, rodearon la embajada. Y él ni si quiera pudo salir, lo detuvieron de inmediato”, acotó.
López Obrador espera para reconocer a Boluarte
Además, López Obrador retrasó el reconocimiento de Boluarte tras la destitución de Castillo.
El mandatario respondió que “no sabe” si continuarán las buenas relaciones con el nuevo Gobierno de Perú, pero descartó un rompimiento.
“Sí vamos a esperar a unos días, creo que es lo más adecuado, no es nuestro propósito intervenir en asuntos internos, lamentamos mucho, eso sí, que estas cosas sucedan”, indicó López Obrador.