Internacional

Pescadores exigen detener vertido de agua de Fukushima

China y Hong Kong suspendieron sus importaciones de productos del mar de Japón, ambos mercados representan 42% de las exportaciones del sector.

Un centenar de pescadores y habitantes de la prefectura de Fukushima denunciarán esta semana al Estado japonés para intentar detener el vertido del agua de la accidentada central nuclear al mar.

La denuncia será presentada el viernes en el tribunal de primera instancia de Fukushima, indicó Sugie Tanji, del colectivo que lleva a cabo esta acción:

“El gobierno no cumplió su promesa de obtener el acuerdo de los pescadores antes de decidir sobre el vertido”.

Muchos pescadores temían las consecuencias del vertido de este agua, utilizada para enfriar los reactores de la central de Fukushima, gravemente dañados en 2011 por un tsunami, en uno de los peores accidentes nucleares del mundo.

Desde que comenzó el vertido al Océano Pacífico a finales de agosto, China y Hong Kong suspendieron todas sus importaciones de productos del mar japoneses, dos mercados que representaban 42% de las exportaciones del sector nipón en 2022.

Tokio pidió a China levantar las restricciones comerciales, argumentando que el vertido fue validado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Foto: AP

Muestras del agua vertida de Fukushima están por debajo de los límites permitidos

El Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU (OIEA) determinó que las muestras tomadas tras el vertido de aguas residuales del reactor nuclear japonés de Fukushima al mar presentaron niveles de radiactividad muy por debajo de los límites de seguridad, anunció el operador de la planta.

“Hemos confirmado que el valor analizado es igual a la concentración calculada y que el valor analizado está por debajo de 1,500 Bq/L (bequerelios por litro, una medida de radioactividad)”, declaró el portavoz de TEPCO, Keisuke Matsuo, un día después del inicio del vertido. La norma nacional de seguridad es de 60,000 Bq/L.

Las autoridades japonesas iniciaron el jueves el vertido al océano Pacífico de alrededor de más de un millón de toneladas de agua depurada procedente de la planta de Fukushima, que quedó devastada por el terremoto y posterior tsunami de 2011.

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