- Líbano se enfrenta a un aumento exponencial de casos de Covid-19, que satura casi totalmente hospitales y unidades de cuidados intensivos, por lo que se plantea un nuevo confinamiento pese a las graves consecuencias para su devastada economía.
Desde los primeros contagios en febrero, el país ha registrado oficialmente 83 mil 697 casos de nuevo coronavirus, y 652 fallecimientos, en una población de seis millones de habitantes, de la cual un tercio son refugiados sirios o palestinos, que viven en atestados campos.
Un primer confinamiento en marzo permitió contener la pandemia. Pero con la distensión veraniega, la reapertura de los comercios y la devastadora explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut, los casos volvieron a aumentar.
- El ministro de Salud, Hamad Hassan, citado por la prensa el lunes pasado, se declaró partidario de un confinamiento de un mes pues “el nombre de camas (de hospital) apenas alcanza para los enfermos” del virus.
Pero en un Líbano en crisis, la perspectiva de un segundo confinamiento suscita angustia.
“Morir de hambre”
Si cerramos un mes, vamos a morir de hambre”, dice Mike, propietario de una tienda de ropa en Beirut. Se refiere a la economía en caída libre y a una inflación galopante.
“¿Cómo voy a pagar a mis empleados? Hemos soportado un poco pero ya no podemos soportar mas” se lamenta este comerciante de 38 años, padre de dos hijos.
- Las autoridades ya han impuesto los últimos días varias restricciones, como un toque de queda nocturno y el cierre de bares y discotecas en todo el territorio.
Hasta ahora las autoridades han evitado un reconfinamiento total, optando por confinamientos parciales o centrados en una centenar de pueblos o localidades.
Pero el respeto de esas medidas ha sido irregular, y la vida del país apenas se ha visto modificada.
Al principio del verano boreal, el país registraba algunas decenas de casos diarios. Ahora, las cifras superan el millar diario.
Las autoridades temen que se desborde el sector sanitario. Además, tres hospitales han quedado fuera de servicio, y otros sufren perturbaciones, debido a la explosión del 4 de agosto.
Hospitales saturados
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaba a fines de octubre que el 88% de las 306 plazas de cuidados intensivos en Líbano estaban ocupadas.
A principios de octubre el ministro de Salud criticó a los hospitales privados, que representan el 80% del sector hospitalario, por no hacer lo suficiente y les exigió que acogieran a pacientes afectados por Covid-19.
El lunes, al cabo de una reunión del comité encargado de vigilar la situación sanitaria, el ministro de Salud reveló un acuerdo que obliga a todos los hospitales privados a preparar servicios dedicados al Covid-19 en el plazo de una semana.
Este comité debe estudiar la posibilidad de un nuevo confinamiento, antes de ser adoptado en consejo de ministros.
De momento, el ministro del Interior, Mohamed Fahmy, se ha declarado favorable a esta medida, aun reconociendo las dificultades económicas que entraña.
- Desde hace un año, Líbano sufre una inédita depreciación de su moneda, así como masivos despidos y reducciones de salario que se ha acentuado con el confinamiento de marzo.
Pero ante el riesgo sanitario, incluso el sindicato de restauradores invitó el domingo a las autoridades a adoptar un “cierre total” de dos semanas.
Es mejor hacer esto en noviembre (…) que en diciembre, durante las fiestas” subrayó el sindicato.