
La falta de agua potable está afectando la salud y la higiene de la población palestina, sobre todo la que actualmente vive en los campamentos de refugiados.
“Exigimos agua para asearnos, para limpiar a nuestros hijos y para darles agua de beber. El agua potable es difícil de conseguir; una vez a la semana teníamos acceso a ella. No tenemos agua potable porque hay mucha gente, y como yo tengo sed, otros también la tienen”, dijo Akram Al-Manasra, palestino desplazado.
Las autoridades en la Franja de Gaza han denunciado que el agua es usada como arma de guerra para exterminar a la población y privarla.
Israel ha destruido 720 pozos de agua potable, lo que deja sin abasto a un millón 250 mil personas.
Además, el desabasto de combustible ha ocasionado que no puedan trabajar las plantas potabilizadoras lo que ha ocasionado el contagio masivo de enfermedades entre los niños y niñas.
Las autoridades en la Franja de Gaza han solicitado una investigación a nivel internacional en torno al crimen de sed pues, acusan, es parte del plan de genocidio israelí contra la población palestina.
“Estamos viendo horribles informes de la matanza de siete niños en Gaza esta vez mientras esperaban agua en un lugar de distribución”
— Noticias ONU (@NoticiasONU) July 14, 2025
UNICEF pide a Israel que revise sus normas de combate para que cumplan con el derecho internacional https://t.co/yqe6zSondK