En la guerra por las vacunas contra el Covid-19, la Unión Europea está tomando medidas extremas para garantizar el antígeno para sus habitantes, desafortunadamente, sin importarle que se afecte a otras naciones.
Ante el retraso en la entrega de dosis, la Comisión Europea aprobó un mecanismo emergente para controlar las vacunas producidas por laboratorios que tienen plantas en la eurozona, buscando incluso bloquear las exportaciones del antígeno a terceros países, entre ellos México.
Entre acusaciones de violación contractual, el tema sanitario amenaza con escalar a lo jurídico en Europa.
Rechazamos la lógica del ‘primero en llegar, primero en ser atendido’. Eso puede funcionar en las carnicerías del vecindario, pero no en los contratos”, expuso Stella Kyriakides, comisionada de salud de la UE.
El mecanismo emergente de bloqueo, cuyos detalles se darán a conocer este viernes, regirá durante el primer trimestre del año, pero podría extenderse.
Afectaría los compromisos de exportación de vacunas a otros países y regiones del mundo de laboratorios como Pfizer y Moderna, que tienen plantas en Bélgica y Holanda.
Sin embargo, no interfiere a las vacunas del sistema COVAX de solidaridad internacional, mecanismo en el que participa México y que fue creado en el seno de la Organización de las Naciones Unidas.
Las empresas farmacéuticas y los desarrolladores de vacunas tienen responsabilidades morales, sociales y contractuales que deben respetar. La opinión de que la empresa no está obligada a cumplir porque firmamos un acuerdo de mejor esfuerzo no es correcta ni aceptable”, mencionó Stella Kyriakides.
Ante la cerrada postura europea, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, afirmó que la vacuna contra el Covid debe ser un bien público global.
Destacó el esfuerzo coordinado de su país con México para producir la vacuna AstraZeneca-Oxford para los latinoamericanos, como parte de la solidaridad que se precisa para enfrentar la pandemia.
“El imperativo moral que se impone en esta hora es poner nuestra prioridad en los últimos: en los descartados, en los invisibilizados, en los más vulnerables…La fraternidad debe ser el nuevo nombre del desarrollo y la solidaridad el nuevo nombre de la paz social”, expuso el mandatario.
Orador en el Foro Económico Mundial de Davos, que se desarrolla de manera virtual, Fernández llamó a dejar atrás el concepto de sociedad deshumanizada y amoral, para generar un mundo mejor tras la pandemia.
Capitalismo infeliz, me parece una magnífica definición de lo que debemos dejar atrás. Ahora, el pacto solidario global es la meta que tenemos por delante. Tenemos que superar la infelicidad opulenta”, agregó.