Más de 60 embarcaciones de mineros ilegales fueron incendiadas en el Río Madeira, en la Amazonía brasileña, durante un operativo conjunto de la policía y otras fuerzas oficiales, informaron el Gobierno y la ONG Greenpeace.
La operación fue desencadenada el sábado, la Policía Federal y el Instituto de Control Ambiental Ibama ya destruyeron 69 balsas de minería ilegal en la Amazonía”, tuiteó el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Anderson Torres, junto a fotos y videos de varias balsas ardiendo en llamas en la orilla de un río.
“Ministro, felicitaciones por la acción”, respondió por Twitter
el presidente Jair Bolsonaro.
Al menos 300 balsas de dragado se habían instalado en filas a lo ancho del cauce del Río Madeira, un afluente del Amazonas, la semana pasada, luego de que se esparciera el rumor de un descubrimiento reciente de oro.
Tras la repercusión de las imágenes, las autoridades anunciaron un operativo para detener la
actividad ilegal que, aunque es de público conocimiento, se intensificó en las últimas semanas.
Para el sábado,
muchos de los mineros se habían dispersado hacia localidades vecinas, según Greenpeace Brasil, que también publicó fotos de embarcaciones incendiadas en sus redes sociales.
Buena parte de las balsas de dragado destruidas ya habían salido de la ciudad de Autazes -a unos 100 kilómetros de Manaos, capital del estado de Amazonas-donde habían sido detectadas originalmente, y se encontraban en ciudades vecinas. Diez mineros fueron presos y varios otros huyeron, no hay relatos de heridos”, informó la ONG en su cuenta de Twitter.
Asimismo, indicó que esta acción prueba que Brasil tiene capacidad para enfrentar la ilegalidad y asegurar la protección de nuestros ríos, selvas y pueblos tradicionales.
Solo hace falta voluntad política afirmó Greenpeace.
Un informe de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) junto al Ministerio Público Federal reveló en julio pasado que
sólo 34% de las 174 toneladas del oro explotado entre 2019 y 2020 en Brasil tiene origen legal comprobado.