Las autoridades de Canadá anunciaron que están trabajando para garantizar que “nadie vuelva a ocupar las calles” tras las protestas de las tres últimas semanas por las restricciones de COVID-19.
La Policía se encargará de mantener la presencia en el centro de la ciudad “para asegurarse de que nadie vuelva a ocupar nuestras calles”, declaró el jefe de la Policía de Ottawa, Steve Bell.
Asimismo, la Policía canadiense aseguró el domingo el centro de la ciudad de Ottawa con vallas, mientras trabajadores de la limpieza han limpiado las calles.
Desde el 28 de enero, cientos de manifestantes bloquearon el centro de la ciudad y las principales carreteras del país, lo que llevó al primer ministro, Justin Trudeau, a decretar el estado de emergencia.
En este sentido, el Gobierno de Canadá anunció ayudas por un valor de 138 millones de euros, 200 millones de dólares canadienses, para las empresas de Ottawa afectadas por las protestas y por las pérdidas sufridas debidos a los bloqueos y las “ocupaciones ilegales”.
El ejecutivo está aupando esfuerzos para evitar más bloqueos en el país, incluido en el cruce fronterizo de Pacific Highway en Columbia Británica y en Prescott, Ontario.
“El objetivo es poner fin de manera segura a estos bloqueos y ocupaciones ilegales y restaurar el orden lo antes posible para garantizar la seguridad de los canadienses y el fin de las perturbaciones económicas”, aseguró el Gobierno canadiense en un comunicado.