La policía avanzó sobre el centro de Ottawa, Canadá el sábado, usando bastones y “sustancias irritantes” y arrestando a varias personas, en un intento de desalojar a cientos de manifestantes que bloqueaban aún el centro de la capital canadiense, en protesta desde hace semanas contra las medidas sanitarias anticovid.
“Los manifestantes continúan siendo agresivos y desafiantes con los oficiales. Se rehúsan a cumplir las órdenes de moverse”, tuiteó la policía de esta ciudad usualmente tranquila, donde los choques y arrestos el viernes dispararon la tensión.
Frente a varios manifestantes reacios, incluyendo unos que lanzaban gases a la policía y formaban una cadena humana, las autoridades admitieron haber usado “una sustancia química irritante” para contenerlos.
A mediodía, la policía tomó control de la calle principal frente al Parlamento, incluyendo una tarima que había sido usada por los manifestantes para congregar seguidores, y detuvo a 47 personas, algunos portando fuegos artificiales.
En el Parlamento, el primer ministro Justin Trudeau reunió un grupo de respuesta, mientras los legisladores retomaban el debate sobre una ley de que da poderes excepcionales al gobierno por primera vez en 50 años.
En los días previos, la policía había arrestado a 25 personas que bloqueaban los cruces fronterizos con Estados Unidos. El viernes detuvo a más de un centenar en Ottawa, incluyendo tres organizadores.
– “No me voy” –
Pocos instantes antes de la arremetida policial, los manifestantes que seguían en pie limpiaban sus pancartas cubiertas de nieve en las que denunciaban las restricciones ligadas a la pandemia del covid. Otros intentaban calentarse cerca de una fogata, en medio de las bocinas frenéticas de los camiones estacionados.
“No me voy a ir”, dijo Johnny Rowe a la AFP, desestimando un posible arresto.
“No hay nada a lo que volver”, dijo. “Todos aquí, y me incluyo, han visto su vida destruida por lo que ha pasado en los últimos dos años”.
La policía advirtió el sábado en Twitter que “cualquier persona que se encuentre en la zona” del centro “será arrestada” y acusó a los camioneros, varios de los cuales estaban acompañados de niños, de poner a estos en peligro.
Más temprano, las autoridades habían subrayado que se pertrecharon con “cascos y bastones” ante la agresividad de los manifestantes.
Algunos camioneros decidieron irse por su cuenta, saliendo al volante de sus enormes vehículos tras tres semanas de manifestaciones que, en su cúspide, congregaron a miles de personas en la capital.
“Me voy hoy”, dijo Vince Green, explicando que él y su esposa, una exenfermera que perdió su trabajo por negarse a vacunarse contra el covid, debían regresar a Calgary, Alberta, para estar con sus hijos.
– Debate sobre medidas de emergencia –
El llamado “Convoy de la Libertad”, que inspiró protestas similares en otros países, se inició con una manifestación de camioneros contra el requisito de vacunarse para cruzar la frontera con Estados Unidos.
Pero sus demandas se extendieron luego al rechazo de todas las medidas sanitarias por la pandemia, y entre muchos, a postulados contra el establishment.
En su pico, el movimiento también incluyó cortes de ruta en la frontera con Estados Unidos, incluyendo una ruta comercial clave a través de un puente entre Ontario y Detroit. Todos fueron desbloqueados, no sin antes causar miles de millones de pérdidas a la economía canadiense, según el gobierno.
Los camioneros se ganaron el apoyo del multimillonario estadounidense Elon Musk, varios legisladores republicanos, así como del expresidente Donald Trump e incluso del exmandatario iraní Mahmud Ahmadinejad.
Criticado por vacilar ante las protestas, Trudeau invocó esta semana la Ley de Emergencias por segunda vez en la historia en tiempos de paz en Canadá.
Los legisladores canadienses, divididos sobre esas medidas extraordinarias, debatían su implementación cuando el Parlamento fue cerrado el viernes.
Tras la reanudación de las discusiones el sábado, se espera un voto final sobre las medidas de emergencia el lunes.
El exlíder conservador Andrew Scheer acusó al gobierno liberal de Trudeau de usar un “mazo para castigar el disentimiento”.
Trudeau aseguró que la ley no sería usada para enfrentar a los militares contra los manifestantes o limitar la libertad de expresión.
El objetivo es simplemente “abordar la amenaza actual y tener la situación completamente bajo control”, dijo. “Los bloqueos y ocupaciones ilegales no son protestas pacíficas”, dijo.