En Honduras, la policía militar del orden público tomó el control de la seguridad en una colonia de Tegucigalpa, la capital, donde los pandilleros obligaban a las y los habitantes a salir de sus casas para ocuparlas.
Al menos 200 elementos, armados y con drones realizaron allanamientos en el lugar, donde permanecerán de forma permanente, ya que tienen instrucciones de capturar a los miembros de maras y pandillas que amenazaron a las y los vecinos, así lo informó la Secretaría de Seguridad.
Apertrechados con armas largas y desplazándose en vehículos todo terreno, los miembros de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) patrullaban las calles entre las laderas con viviendas amuralladas de concreto y hierro de la colonia Villanueva, este de la capital.
“Ante la información de la ciudadanía, quienes manifestaron que estaban siendo obligados a abandonar sus hogares como producto de las amenazas de los antisociales, el comando de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) instruyó a más de 200 elementos para brindar seguridad a este sector”, dijo un comunicado de la Secretaría de Seguridad.
Los efectivos estarán “de manera permanente en el sector manteniendo intervenida la zona y realizando acciones preventivas”, añadió.
Por redes sociales circularon el martes videos de vecinos subiendo sus enseres en camiones para huir de sus casas, ante un ultimátum de horas que miembros de pandillas les dieron para que las desalojaran.
Integrantes de pandillas someten a la población en las periferias de ciudades de Honduras y sus vecinos El Salvador y Guatemala. La operación policial también tiene como objetivo lograr la captura de los “miembros de maras y pandillas que intimidaron a los vecinos de esta colonia“, dijo la Secretaría de Seguridad.
Durante los patrullajes, los policías realizaban registros de vehículos y a personas sospechosas les hacían quitarse las camisas para constatar si tenían tatuajes identificativos de las pandillas.
Aunque operan muchos grupos, los más temidos son los miembros de la pandilla Barrio18 y de la Mara Salvatrucha (MS-13), que nacieron en los años 80 en barrios de Los Ángeles, en Estados Unidos, pero que después se extendieron por el norte de Centroamérica.
Los integrantes de los carteles de narcotraficantes, que desde Sudamérica abastecen el mercado estadounidense de cocaína, junto a los pandilleros, tienen a los tres países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica con elevadas tasas de homicidios.
Según la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional, Migdonia Ayestas, Honduras, con 10 millones de habitantes, registra más de diez homicidios por día.
“Entre enero y julio se registraron más de 2 mil 400 muertes violentas“, sostuvo. La policía registró una tasa de 18.47 homicidios por cada 100 mil habitantes en el primer semestre (en total, mil 847), con una proyección de 37 para todo 2022, inferior a la de 2021, de 42.