Donald Trump -primer expresidente de Estados Unidos en ser imputado penalmente por la justicia federal- enfrenta cargos graves como posesión de documentos clasificados, obstrucción a la justicia y falso testimonio.
¿De qué se le acusa?
Cuando se fue de la Casa Blanca en enero de 2021 para vivir en su lujosa mansión de Florida, Trump se llevó decenas de cajas.
Los Archivos Nacionales, a los que una ley encomienda la custodia de todos los archivos presidenciales, le pidieron que devolviera un año después 15 cajas, en las que había casi 200 documentos clasificados.
En junio de 2022, agentes del FBI fueron a Florida para recuperar 38 documentos clasificados adicionales.
Los investigadores, convencidos de que tenía más, regresaron en agosto, esta vez con una orden de registro, y se llevaron una treintena de cajas que contenían 11 mil documentos, incluidos planes nucleares de una potencia extranjera.
¿Cómo se traduce legalmente?
Donald Trump enfrenta 37 cargos de inculpación.
Uno de ellos, por “posesión de documentos relacionados con la seguridad nacional”, se deriva de una ley sobre espionaje de 1917, que prohíbe conservar secretos de Estado en lugares no autorizados e inseguros.
Para ser condenado por este cargo, sancionable con 10 años de prisión, los fiscales tendrán que demostrar que él estaba al tanto de que eran documentos clasificados.
En una grabación de audio realizada en julio de 2021 y revelada por CNN, el expresidente se jacta de tener frente a él un documento “altamente confidencial”.
Otro cargo, por “obstrucción a la justicia”, se castiga con 20 años de prisión. En este caso los fiscales tendrán que demostrar que Donald Trump ocultó intencionalmente información a los investigadores, sobre todo durante su visita a Mar-a-Lago en junio de 2022.
En unas imágenes captadas por cámaras de vigilancia la víspera de su llegada se ve a empleados del club moviendo cajas.
El multimillonario también enfrenta hasta cinco años de prisión por “falso testimonio”. Este cargo parece estar relacionado con una carta en la que sus abogados aseguraban que había entregado todos los documentos, a pesar de lo contrario.
¿Qué puede pasar ahora?
Donald Trump está citado el martes a las 15:00 horas ante un tribunal federal de Miami que le notificará formalmente los cargos que se le imputan.
Según el Washington Post y el New York Times, su caso fue asignado a una magistrada conservadora a la que él designó, Aileen Cannon. En esta audiencia se espera que el expresidente se declare no culpable.
La jueza también fijará las condiciones que deberán respetarse en espera de su juicio. Es sumamente improbable que dicte prisión preventiva contra él.
La fiscalía y la defensa acordarán puntos técnicos, como el intercambio de información relacionada con documentos clasificados. Los fiscales intentarán darse prisa para que el juicio se celebre antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.
Para evitar un largo debate sobre el tribunal competente para el caso han trasladado el expediente a Miami a pesar de que se instruyó en Washington.
¿Podrían condenarlo?
Los cargos son graves y los fiscales parecen haber montado un dossier sustancial a lo largo de varios meses. La celebración del juicio en Florida, donde el republicano goza de mejor reputación que en Washington, jugará en contra de ellos a la hora de seleccionar al jurado.
Y el magnate inmobiliario comenzó el viernes a reclutar nuevos abogados para librar la batalla.
Aunque fuera condenado a prisión antes de las elecciones, podría seguir siendo candidato. Políticamente es poco probable que esto desanime a sus partidarios, quienes lo defienden y lo consideran víctima de una artimaña política.
El resultado de las elecciones sería crucial: una victoria lo protegería de la cárcel.