Portugal ha decidido aumentar el control en sus fronteras terrestres, ya que es el país con mayor incidencia del mundo en número de muertes y contagios por millón de habitantes, mientras las filas de ambulancias con enfermos de Covid-19 apostadas en las urgencias de los hospitales de Lisboa no cesan.
En las últimas horas, se pudieron contabilizar más de una treintena de ambulancias haciendo cola en el Hospital Santa Maria Da Feira para que los enfermos que transportaban fueran atendidos.
Ante esta situación, las autoridades sanitarias han solicitado que equipos de emergencias y protección civil realicen un examen previo a los pacientes, en la propia ambulancia, para que los menos graves sean derivados a diferentes centros de salud de la capital.
Para intentar frenar el avance del virus, el Gobierno luso ha aprobado la renovación del estado de emergencia durante otros 15 días, que entrará en vigor a partir del próximo domingo.
Además de mantener el confinamiento, los residentes en el país tendrán limitado cruzar la frontera terrestre, en la que se repondrán los controles, aunque no se cerrará como tal.
Los responsables de los hospitales del país aumentan casi a diario el número camas para acoger enfermos con Covid-19, aunque la mayor complicación se centra en la falta de mano de obra, ya que necesitan más profesionales de salud.
Según el Ministerio de Salud de Portugal, en lo que va de pandemia ya se han contagiado 23 mil 768 profesionales sanitarios, de los que se han recuperado 12 mil 164.
Además, el Gobierno ha anunciado que, ante la imposibilidad de que los alumnos regresen a la enseñanza presencial, a partir del 8 de febrero se retomarán las aulas online.